En completo abandono y muy deterioradas, así lucen las sedes que acogieron los Juegos Olímpicos Río 2016.
El deterioro de las sedes olímpicas continúa en Brasil nueve meses después de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, sobre los cuales sobrevuelan las sospechas de corrupción.
Las miradas del mundo recayeron el pasado agosto sobre las millonarias instalaciones olímpicas construidas en Río de Janeiro, las cuales paulatinamente se han ido sumergiendo en el abandono.
El parque olímpico, donde se concentró la mayoría de competiciones deportivas y que tuvo un coste de más de 1.000 millones de dólares, está actualmente bastante descuidado, según pudo constatar la Agencia EFE.
Otras instalaciones. El estadio olímpico acuático, por el que ya pasó el medallista olímpico Michael Phelps, se encuentra en un estado de desvalimiento, mientras que en las zonas externas hay agujeros con acumulación de agua.
El desamparo de las instalaciones olímpicas de Río aumenta a medida que se intensifica la crisis económica en el estado y crecen los escándalos de corrupción en Brasil, los cuales ya han implicado a todo el arco partidario, incluido el presidente Michel Temer.
(Con información de EFE)
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