Adrián Solano es el esquiador venezolano del que todo el mundo habla.
Deportado de Francia, el esquiador venezolano Adrián Solano pudo competir finalmente en el Mundial de esquí nórdico de Lahti, Finlandia, donde vio la nieve por primera vez, y se ganó el oro de una aventura humana, pese a carecer de opciones para obtener un buen resultado.
"Es una experiencia inolvidable que abre las puertas de mundo nuevo", declaró Solano, contactado por teléfono por AFP.
Las imágenes de calvario de Adrián Solano sobre la nieve de Lahti han dado la vuelta al mundo, haciendo malabarismos para llegar a la meta.
El sudamericano de 22 años intentó con pocas esperanzas clasificarse para la final de la disciplina de 10 kilómetros frente a los mejores, pero con un coraje y una obstinación que se ganó la admiración de los espectadores. A falta de cinco kilómetros para pisar la línea de meta, Solano rompió los bastones tras agarrarse con fuerza. En este momento, empezó a hacer equilibrios antes de retirarse.
Vivió una odisea - La aventura de Solano, comenzó a finales de enero cuando fue retenido en el aeropuerto de Roissy, en París, proveniente de Caracas, sospechoso por las autoridades francesas de inmigración ilegal, según relató a la AFP.
"Cuando llegué a París, el 19 de enero, expliqué que iba a Suecia a entrenar. No creían que yo practicara esquí en Venezuela. Les dije que lo hacemos sobre ruedas. Yo solo tenía 28 euros y los policías me acusaron de que iba a emigrar porque la estaba pasando mal en mi país", relató el deportista.
Con información de AFP
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