Se trata de un pasillo escarpado entre montañas y abismos que hipnotiza a los turistas porque lleva de las estribaciones de los Andes hasta un paraje cálido.
Los ciclistas que se aventuran en el riesgoso paseo atraviesan diversos pisos ecológicos, con rica flora y fauna.
El descenso inicia a unos 4.700 metros sobre el nivel del mar cerca de La Paz y en pocas horas descienden hasta los 1.200 metros hasta la antesala del Amazonas.
Resulta excitante para quienes aman la aventura, sin embargo se trata de un descenso peligroso que ha cobrado centenares de vidas en sus recovecos.
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