El suizo, número uno del mundo, cayó eliminado en su debut en Bercy frente al francés Julien Benneteau, 49 del mundo, que le ganó por 3-6, 7-6(4), 6-4.
Federer pareció sólido en el primer set, pero asistió al
renacimiento del jugador galo, apoyado por la grada, que se
transformó.
En la segunda manga comenzó a desplegar un juego casi perfecto, apoyado en un sólido servicio y con una gran variedad de golpes que desconcertaron a un Federer que no supo resolver la ecuación que le propuso el francés.
Cuanto más se engrandecía Benneteau más pequeño se hacía el suizo, lejos del jugador que ostenta el número uno del ránking mundial.
Ganó el francés el juego de desempate del segundo set y el definitivo fue un monólogo de Benneteau.
El galo ya había mostrado sus dotes para la remontada en la primera ronda, cuando se sobrepuso a una manga en contra para acabar con el alemán Philipp Petzchner.
Y consumó una más contra Federer, que apenas opuso resistencia en el tercer set.
El francés cerró el partido con un punto directo de saque. Y se derrumbó el lágrimas, incrédulo de haber completado una gesta como esa, haber derrotado al todopoderoso número uno, al que no había ganado hasta hoy ni un sólo set de las dos confrontaciones en las que se habían medido.
Benneteau se medirá en octavos de final contra su compatriota Gael Monfils, verdugo del también francés David Guez por 6-4, 7-5.
No se le da bien a Federer el torneo de Bercy, el único Másters que falta en sus rebosantes vitrinas. En las siete ocasiones en las que ha jugado, no ha logrado pasar de los cuartos de final.
El año pasado se marchó de forma prematura por una lesión.
EFE
En la segunda manga comenzó a desplegar un juego casi perfecto, apoyado en un sólido servicio y con una gran variedad de golpes que desconcertaron a un Federer que no supo resolver la ecuación que le propuso el francés.
Cuanto más se engrandecía Benneteau más pequeño se hacía el suizo, lejos del jugador que ostenta el número uno del ránking mundial.
Ganó el francés el juego de desempate del segundo set y el definitivo fue un monólogo de Benneteau.
El galo ya había mostrado sus dotes para la remontada en la primera ronda, cuando se sobrepuso a una manga en contra para acabar con el alemán Philipp Petzchner.
Y consumó una más contra Federer, que apenas opuso resistencia en el tercer set.
El francés cerró el partido con un punto directo de saque. Y se derrumbó el lágrimas, incrédulo de haber completado una gesta como esa, haber derrotado al todopoderoso número uno, al que no había ganado hasta hoy ni un sólo set de las dos confrontaciones en las que se habían medido.
Benneteau se medirá en octavos de final contra su compatriota Gael Monfils, verdugo del también francés David Guez por 6-4, 7-5.
No se le da bien a Federer el torneo de Bercy, el único Másters que falta en sus rebosantes vitrinas. En las siete ocasiones en las que ha jugado, no ha logrado pasar de los cuartos de final.
El año pasado se marchó de forma prematura por una lesión.
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