La entrenadora además aseguró que el partido con China le quedará marcado y no siente la misma sensación del recibimiento tras Seúl ´88 debido a que aquella vez llegaron con la medalla.
La entrenadora de Perú, Natalia Málaga aseguró que la selección de menores se ha puesto una valla muy alto al quedar en el cuarto puesto en el Mundial de Tailandia y esperan poder superarlo en cuanto a trabajo.
“El espíritu sigue igual. Hay que agradecer por ese afán de estar pendiente de todos los partidos, por ese aliento a las chicas y escribiendo hueva… pero esas cosas nos hacen más fuertes”, fueron las primeras palabras de Málaga al pisar el suelo peruano.
“El rendimiento estuvo increíble. Ha sido lo más importante desde los octavos de final. Trabajamos para llegar en las mejores condiciones y salir de una serie muy dura. Nos hemos encontrado con equipos muy fuertes como Serbia y China, el partido con China quedará muy marcado. Seguiremos entrenando, nos hemos puesto una valla que tenemos que llegar a pasarla”, agregó Málaga a Frecuencia Latina.
NO ES LO MISMO QUE EN 1988
Natalia afirmó que esta situación no es similar a la que vivió como jugadora en 1988 cuando volvieron con la medalla de plata de Seúl.
“Esta sensación es similar, pero no es igual. Aquella vez trajimos algo, hay alegría pero la diferencia es abismal. Esto es bueno para el país y para el deporte al que nos dedicamos. Es una sensación bonita, más lindo hubiera sido traer algo de peso en el cuello. A la próxima va a estar más difícil y hay que seguir trabajando”.
Por último, Málaga se refirió a la promesa cumplida al quitarse el polo tras ganarle a Serbia. “Ellas me molestaban y yo entré al ritmo del grupo. Para animarlas les dije que les iba a enseñar mi poto, entonces ellas me dijeron que si ganamos les enseñe mis tetas y así se dio”, puntualizó.
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