El pívot serbio sacó lustre a su premio de Jugador Más Valioso de la NBA, con un recital ante los Minnesota Timberwolves.
El pívot serbio Nikola Jokic concretó anoche una histórica actuación en el triunfo de los Denver Nuggets sobre Minnesota Timberwolves, por los playoffs de la NBA.
El balcánico sumó 40 puntos, siete rebotes y trece asistencias, para la victoria 112-97 de los Nuggets, que los deja a un triunfo de las finales de la Conferencia Oeste.
Uno de los puntos más destacados del partido fue el duelo entre Jokic y el francés Rudy Gobert, ganador al premio a Defensor del Año.
Si bien por momentos hubo cierta paridad en la justa, finalmente fue Jokic el que se llevó los aplausos; con regates y giros que dejaron mal parado al francés.
“Soy un fenómeno de la naturaleza”
De hecho, algo que llamó la atención de la actuación de Jokic es que se animó a realizar volcadas, algo no muy habitual en su arsenal de ataque.
Jokic fue consultado por estos inusuales movimientos en la conferencia de prensa postpartido, a lo que el MVP de la NBA respondió con ironía. “Vi la oportunidad. Soy un fenómeno de la naturaleza. ¿Por qué no mostrar mi capacidad atlética?”, dijo entre risas.
El comentario no es gratuito, ya que el serbio es criticado por la prensa especializada por no tener un cuerpo atlético y hasta por mostrar cierto sobrepeso. Esta condición no ha impedido al europeo ser uno de los jugadores más dominantes de la NBA y acaso uno de los mejores basquetbolistas de la actualidad.
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