El progenitor del piloto de MotoGP le quitó responsabilidad al equipo médico que atendió al corredor, porque ya había fallecido cuando llegó la ayuda.
El padre de Marco Simoncelli, el piloto de MotoGP muerto durante la carrera del Gran Premio de Malasia, dijo que su hijo "ya estaba muerto" cuando llegó la ayuda sanitaria.
Paolo Simoncelli, en declaraciones a la prensa italiana en la localidad de Coriano, donde vive, aseguró que él estaba "a diez metros" del lugar del accidente "y nada hubiese cambiado".
Con estas palabras, Paolo Simoncelli quiso exonerar de toda responsabilidad en la muerte de su hijo a los sanitarios que le atendieron en la pista de Sepang, que habían sido muy criticados en las últimas horas, ya que uno de ellos resbaló cuando transportaba al piloto en camilla, según el vídeo emitido por los medios de comunicación italianos.
"Estaba allí, a diez metros, no hubiese cambiado nada. Cuando se levantaron (los sanitarios) tomé la mano de Marco, quise despedirme, pero ya había muerto. No había nada que hacer. Esas personas hicieron lo que tenían que hacer. Otra cosa es que Marco se hubiese soltado de la moto, pero no lo hizo porque era un guerrero", comentó, según informaron los medios locales.
El padre del piloto agradeció a todas las personas que no han dejado sola a la familia en estos "dos días pasados entre hospitales, autopsias y coches fúnebres".
"Marco era una persona especial que vivía de las cosas sencillas. La gente entendió cómo era, honesto, puro", aseguró su padre, visiblemente cansado, ante los micrófonos de las televisiones italianas.
La capilla ardiente del joven piloto, de 24 años, se instalará mañana en el Teatro Municipal de Coriano, en la provincia de Rimini, en la costa Adriática.
El funeral, al que se espera la asistencia de 60.000 personas, se celebrará el jueves a las tres de la tarde (13:00 GMT) y será oficiado por el obispo de Rimini, Francesco Lambisi.
Al mismo ya han anunciado que asistirán, según los medios italianos, el piloto español de MotoGP Jorge Lorenzo y el italiano Valentino Rossi, que era muy amigo de Simoncelli, así como el excampeón mundial de esquí Alberto Tomba.
EFE
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