Luego de llegar tercero y que sus competidores insistan en que no lo vieron avanzar más rápido, el corredor aceptó que había tomado un bus para que lo deje cerca a la meta.
Roan Sloan, supuesto fondista inglés, llegó tercero en la maratón de Kiedler, en el norte de Inglaterra, con un tiempo de 2 horas y 51 minutos.
Luego que se dé la premiación, los que quedaron detrás de él se mostraron dudosos pues mencionaron que no lo habían visto adelantarlos.
Es por eso que ni bien escuchó ese tipo de declaraciones, Sloan manifestó que estaba indignado por las sospechas y que estas eran ridículas. Sin embargo, después de tanta insistencia, el británico admitió haber tomado un bus en el kilómetro 32 (de un total de 42), dejándolo cerca del tramo final de la carrera.
Llama la atención que la organización de la maratón había puesto al mencionado bus para llevar a los aficionados desde la partida hasta la llegada.
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