La obra, que se estrena este viernes en EE.UU., refleja cómo Richard Williams trazó un plan maestro y animó a sus hijas desde pequeñas a que se dedicaran a la raqueta de forma profesional.
El documental "Venus and Serena" recorre la trayectoria de las hermanas Williams, dos fuerzas de la naturaleza que, criadas en Compton, uno de los barrios más peligrosos de Los Ángeles, siguieron el plan de su padre, diseñado antes de que ellas nacieran, para dominar el tenis femenino.
La obra, que se estrena este viernes en EE.UU., refleja cómo Richard Williams trazó un plan maestro y animó a sus hijas desde pequeñas a que se dedicaran a la raqueta de forma profesional porque, basándose en sus particulares entrenamientos y su máxima exigencia, estaba convencido de que serían las mejores del mundo.
"Richard es un enigma", dijo a Efe Michelle Major, codirectora del documental. "Es alguien con una tremenda visión, un enorme amor por sus hijas y unos métodos increíblemente inusuales. Nunca las forzó a elegir el tenis. Les dio libertad, pero les dijo que serían las número uno. Venus dice entre risas que le lavaron el cerebro y que el resto fue fácil", añadió.
Williams, sin haber visto un partido de tenis en su vida, comprobó el potencial de la profesión, estudió cada centímetro del deporte y entrenó a sus hijas con técnicas que van más allá de las sesiones habituales, añadiendo ejercicios más relacionados con el fútbol americano y el baloncesto para potenciar su físico.
Venus, de 32 años, y Serena, de 31, aceptaron el reto de irrumpir en un mundo dominado por blancos, un camino transitado previamente por Althea Gibson, la primera campeona negra (ganó Wimbledon y US Open en 1957 y 1958, y Roland Garros en 1956), y que ninguna de sus numerosas hermanastras optó tomar.
"Las dos están muy unidas a su padre. Aún hoy día viene a entrenar con ellas y se abrazan y le llaman "papi". No hay nada siniestro en él o en su relación con ellas. Es sencillamente refrescante y sorprendente", indicó Major.
Major y su compañera Maiken Baird, la otra directora del filme, decidieron rodar esta obra porque, a pesar de la fama mundial de las Williams, "nadie se ha molestado en conocerlas realmente", según comentó Baird a Efe.
"El documental es una puerta a su mundo", declaró.
EFE
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