La pesista dominicana Crismery Santana se quedó con la presea de plata en levantamiento de pesas en los Juegos Panamericanos.
El viernes 26 Crismery Santana sonreía. Iba al frente de su delegación batiendo la bandera de República Dominicana en la inauguración de los Juegos Panamericanos. El martes 30, en el Coliseo Mariscal Cáceres, Crismery apretó violentamente el gesto. El dolor le alumbró la cara.
La levantadora de pesas, de 24 años, iba camino a la consagración en estos Juegos Panamericanos, cuando el codo del brazo izquierdo se desencajó en plena competencia bajo el peso de los discos. Santana, con serenidad pasmosa, explicó: "Sentí que mi codo, mi brazo, se partió. Pero solamente salió y entró".
En su tercer intento de envión, la dominicana quiso sostenerse con 143 kilos encima. Había logrado una marca continental de 117 kilos en arranque, y fue por más, pero al final se quedó con la plata y regaló otra sonrisa.
Nacida en San Pedro de Marcoris, República Dominicana, Santana es un cabo de la policía, que llegó a la halterofilia por curiosidad a los 14 años. Comenzó a figurar a partir de 2011. En su palmarés, brillan tres oros en el campeonato panamericano de 2018.
La dominicana deja una de las imágenes dramáticas de estos juegos. Y una suerte de estoicismo caribeño como lección. "Me siento feliz, contenta, debió de ser mejor pero hay que darle las gracias a Dios por todos". En el perfil de su cuenta de Instagram también se lee: "Nunca dejes de sonreír ..."
En la noche le realizaron exámenes médicos y se descartó fractura. AFP
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