Los hombres fueron ejecutados tras un juicio “manchado de graves violaciones” y que incluyó torturas, según organizaciones internacionales. Esta es la historia del caso.
Baréin, un país gobernado por una dinastía musulmán sunita y habitada mayoritariamente por musulmanes chiitas, ejecutó el fin de semana a dos chiitas condenados por "terrorismo" tras confesar supuestamente bajo tortura y a otro hombre por un caso de asesinato. Esto a pesar de la campaña de organizaciones de derechos humanos y organismos internacionales para detener la aplicación de la condena a muerte en este caso polémico.
El fiscal general del reino de Baréin, Ahmed Al Hammadi, hizo el anuncio pero no precisó los nombres de los ajusticiados; sin embargo, dos de los tres hombres ejecutados eran chiitas, según fuentes judiciales. Organizaciones de defensa de los derechos humanos los identificaron como Ali Al Arab, de 25 años, y Ahmad Al Malali, de 24. Una tercera persona, un bangladeshí condenada a muerte por matar a un ciudadano bareiní, despedazar su cuerpo y enterrarlo en el desierto, también fue ejecutado.
El caso
Los dos primeros ejecutados, detenidos en febrero de 2017, fueron condenados el 31 de enero de 2018, junto con otras 58 personas. Fueron acusados, junto a otros detenidos, de haber "formado un grupo terrorista" que cometió varios ataques armados, según el comunicado del fiscal general. El juicio fue calificado sin garantías por organizaciones internacionales de derechos humanos y los sentenciado interpusieron todos los recursos posibles contra su pena, pero fue en vano.
Los miembros del grupo, de acuerdo con la acusación, atacaron la prisión de Jaw, al sur de la capital, Manama, el 1 de enero de 2017, cuando mataron a un guardia e hirieron a otros. El ataque facilitó la evasión de diez detenidos. El mismo grupo hirió de bala a un policía 14 días después. Sus miembros abatieron, el 28 de enero del mismo año, a un oficial de policía, según la nota del fiscal.
Las denuncias de tortura y la ejecución
Un día antes de la ejecución, organizaciones de defensa de los derechos humanos instaron a Baréin a cancelar las ejecuciones. Según Human Rights Watch (HRW), su "proceso estuvo manchado de graves violaciones de los procedimientos regulares". Por su parte, Amnistía Internacional afirmó que, "durante su detención, los dos hombres fueron torturados por agentes de seguridad, con descargas eléctricas y golpes". Además, la relatora de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales, Agnès Callamard, había pedido a Baréin que repitiera el proceso en base a "las leyes y los estándares internacionales".
Según activistas y parientes consultados por la agencia Efe, las autoridades de Baréin prohibieron a las familias de Al Arab y Al Malali que lleven a cabo un funeral público y sólo dejaron que dos familiares varones de cada uno de los reos que acudan al cementerio, donde desplegaron un fuerte dispositivo de seguridad. (Con información de EFE y AFP)
Ubicación de Baréin en la Península Arábiga
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