"Es una materia bilateral que corresponde y debe ser tratada en este ámbito, entre Bolivia y Chile", dijo ministro de Defensa y ministro en Funciones de Relaciones Exteriores, Andrés Allamand.
El Gobierno de Chile criticó hoy la intención del presidente boliviano, Evo Morales, de recurrir a la Organización de Estados Americanos (OEA) para zanjar el tema de la mediterraneidad que afecta a la nación altiplánica.
"Es una materia bilateral que corresponde y debe ser tratada en este ámbito, entre Bolivia y Chile", enfatizó este lunes el ministro de Defensa y ministro en Funciones de Relaciones Exteriores, Andrés Allamand.
"Quiero hacer ver que la ciudadanía y los chilenos en particular deben seguir estas iniciativas bolivianas con total tranquilidad. Chile tiene una muy sólida fortaleza", subrayó.
"Es un país que tiene en su posición todo el amparo del derecho internacional y, por último, tiene Fuerzas Armadas prestigiadas, profesionales y preparadas, que están en condiciones de hacer respetar los tratados internacionales y de cautelar adecuadamente la soberanía y la integridad territorial de Chile", enfatizó.
Allamand anticipó que si Bolivia insiste en judicializar su aspiración marítima, Chile hará ver oportunamente en las instancias que corresponda cuál es su posición apegada al derecho internacional.
"Jamás el derecho internacional avalará que un país pueda violar unilateralmente o desconocer un tratado válidamente emitido", recalcó.
El Gobierno de Evo Morales anunció su intención de acusar a Chile en la próxima Asamblea de la OEA, que se celebrará en junio en El Salvador, por presunto incumplimiento de las recomendaciones de ese organismo sobre una solución a una salida al mar para la nación altiplánica, que ha recurrido a la OEA desde 1979 para intentar resolver el histórico conflicto.
Bolivia que junto a Perú libraron aliados una guerra contra Chile entre 1879 y 1883, perdió el acceso al Océano Pacífico mientras que el segundo país, el territorio de Tarapacá.
En tanto, el senador Jorge Pizarro, integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara alta, afirmó hoy que acusar a Chile ante la OEA no es la vía más adecuada que puede usar Bolivia para lograr una salida al mar.
"Mil veces Chile ha dicho que el tema es bilateral, mil veces más diremos que es bilateral y que no se puede tratar en ninguna instancia: ni en la OEA ni en otros organismos", enfatizó el parlamentario en declaraciones que difunde la página electrónica de El Mercurio.
Pizarro recordó que Chile ha cumplido todos los acuerdos que se han adoptado con Bolivia desde hace muchos años "por eso hay que perseverar en el entendimiento y para eso el presidente Morales tiene que entender que (aquello) se hace entre Chile y Bolivia y no con terceros", concluyó.
Incluso el Gobierno de Morales ha asegurado que logró el apoyo expreso de diez países miembros de la OEA respecto a la demanda de recuperar su salida al mar, que perdió en la guerra del Pacífico librada contra Chile a fines del siglo XIX.
Por su parte, el diputado Marcelo Díaz, integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, dijo hoy a los periodistas que "Bolivia equivoca el camino y Chile debe insistir en invitar a La Paz a reponer el diálogo bilateral".
Sin embargo, Díaz advirtió que Chile "debe prepararse para la próxima cita de la OEA y realizar una ofensiva para explicar su posición".
En opinión del legislador, los recientes anuncios del Gobierno de Morales confirman que "Chile debe revisar su diseño de relaciones privilegiadas en la región y reponer los ejes construidos en la era de Michelle Bachelet (2006-2010), especialmente con Brasil y Argentina".
La Asamblea General de la OEA, que el próximo año volverá a reunirse en Bolivia, emitió en 1979 en La Paz una resolución que establecía que la demanda boliviana tenía importancia continental e instaba al diálogo entre las partes para resolver el conflicto.
Bolivia y Chile no tienen relaciones diplomáticas a nivel de embajadores desde 1962, salvo un paréntesis entre 1975 y 1978, debido a la falta de una solución a la demanda marítima boliviana.
EFE
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