Se trata de la primera muerte por COVID-19 en el estado de Río de Janeiro y que se suma a la reportada horas antes en Sao Paulo, el más poblado del país y afectado por la enfermedad.
Brasil registró este martes la segunda muerte por el nuevo coronavirus, la primera en el estado de Río de Janeiro y que se suma a la reportada horas antes en Sao Paulo, el más poblado del país y afectado por la enfermedad, donde se están investigando otros cuatro decesos.
El Hospital Icaraí de la ciudad de Niteroi, en la región metropolitana de Río de Janeiro, comunicó la noche de este martes el fallecimiento de un hombre de 69 años que al parecer fue contagiado por su hijastro, quien realizó un reciente viaje a Nueva York y había dado positivo en la prueba del COVID-19.
Los síntomas del paciente comenzaron el día 11 de marzo y, además de la edad, el hombre tenía "una comorbilidad que lo situaban en el grupo de riesgo", apuntó la nota del hospital.
Horas antes, en una rueda de prensa, el Coordinador del Centro de Contingencia de Coronavirus de Sao Paulo, David Uip, detalló que la primera víctima es un hombre de 62 años de edad, residente en la ciudad de Sao Paulo y con un histórico de hipertensión y diabetes, además de hiperplasia prostática.
"Tuvo una evolución rápida, de la internación al óbito", lamentó Uip, quien señaló que la víctima empezó a tener síntomas de la enfermedad el día 10 de marzo, fue internada cuatro días después, el día 14, y falleció la tarde de la víspera.
El hombre, que no tenía histórico de viajes al exterior y por tanto se trata de una transmisión comunitaria del virus, falleció en un hospital privado de Sao Paulo.
Esta mismo institución registró recientemente otras cuatro muertes, cuyos agentes están siendo investigadas por las autoridades sanitarias.
A partir este primer caso confirmado, que demostró un breve período de incubación, el Gobierno de Sao Paulo informó que sugerirá al Ministerio de Salud disminuir el tiempo de cuarentena de catorce a diez días.
CASI 300 CASOS CONFIRMADOS
Según el último boletín divulgado por el Ministerio de Salud, el estado de Sao Paulo, donde viven unas 44 millones de personas, concentra la mayoría de los 291 casos confirmados de coronavirus en todo Brasil.
En un intento de frenar el avance de la epidemia en la región, el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, anunció la víspera una serie de medidas restrictivas, que incluyen la suspensión de las clases en toda la red pública de enseñanza, la cancelación de eventos masivos y la reducción de la oferta de transporte público.
Igualmente fueron cerrados todos los museos, bibliotecas y centros culturales, de ocio y deportivos públicos durante 30 días, que podrán ser prorrogados.
La Gobernación de Sao Paulo estima que el brote de coronavirus deberá durar "cuatro o cinco meses" en la región y señaló que las medidas restrictivas se extenderán "por el tiempo que sea necesario" para contener el avance del COVID-19.
En la ciudad de Sao Paulo, la mayor del país y que cuenta con unos doce millones de habitantes, el alcalde Bruno Covas declaró estado de emergencia y decretó una serie de medidas adicionales para contener la expansión del coronavirus, que crece diariamente entre el 40 % y el 50 %.
En Río de Janeiro, en tanto, el gobernador Wilson Witzel prohibió la entrada de autobuses provenientes de estados con casos de la enfermedad, cerró también los museos, teatros y el acceso a sitios emblemáticos para el turismo como el Cristo Redentor y el cerro Pao de Açucar. Además de campañas para evitar las visitas a las playas.
(Con información de EFE)
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