Los motines, que comenzaron días atrás y hoy tuvieron su punto álgido con reclusos tomando los tejados de las instalaciones y enfrentándose con las fuerzas policiales, se produjeron en seis centros diferentes.
Autoridades del Servicio Penitenciario de Buenos Aires llegaron este sábado a un acuerdo con los reclusos para habilitar las visitas, suspendidas desde el 12 de marzo por la pandemia, tras una jornada en la que se registraron motines en seis centros penitenciarios de la provincia.
El acuerdo, que establece que los reclusos podrán recibir visitas el próximo 14 de noviembre, se alcanzó a través de una mesa de diálogo en la que participaron autoridades del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, representantes del Poder Judicial y organismos de derechos humanos, informaron a Efe fuentes del ministerio.
Según las autoridades, los motines, que comenzaron días atrás y hoy tuvieron su punto álgido con reclusos tomando los tejados de las instalaciones y enfrentándose con las fuerzas policiales, se produjeron en seis centros diferentes y se saldaron sin muertos ni heridos graves.
Familiares de los presos se acercaron a las prisiones y relataron a la prensa que los motines se iniciaron por la suspensión de las visitas que estaban previstas para hoy.
Cumpliendo el protocolo de seguridad
"Ayer a las 6 de la tarde los llama el jefe del penal diciéndole que la visita se cancela. ¿Por qué se cancela? No saben", relató Bárbara en declaraciones al canal C5N en las inmediaciones del centro penitenciario donde cumplen condena dos de sus hermanos y su tío.
Finalmente llegaron a un acuerdo para que las visitas se produzcan dentro de dos semanas, y según el comunicado emitido por el Ministerio de Justicia, las autoridades culminaron un protocolo "para que la reanudación de las visitas se haga respetando todos los requerimientos necesarios la preservación de la salud publica".
Esta no es la primera vez que se producen motines en las superpobladas penitenciarías de la provincia desde el inicio de la pandemia, y a finales de abril se produjeron sucesos similares en los que los reclusos reclamaron medidas para frenar la propagación del virus.
El Gobierno anunció en agosto que se realizarán remodelaciones en varias cárceles para aumentar su capacidad en 364 plazas y, según afirmó el presidente Alberto Fernández, terminar con las "condiciones de hacinamiento" que viven los reclusos.
(Con información de EFE)
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