En Bolivia existe una subvención estatal a las campañas electorales, que se reparte entre las formaciones en competencia y de acuerdo con los votos obtenidos en los comicios anteriores.
Líderes políticos de Bolivia propusieron este viernes que el aporte estatal a los partidos para la campaña de las elecciones del 6 de septiembre sea destinado a un fondo de lucha contra el nuevo coronavirus.
En Bolivia existe una subvención estatal a las campañas electorales: el 60% se reparte en forma equitativa entre las formaciones en competencia y el restante 40% se distribuye según los votos obtenidos en los comicios anteriores.
"Por la emergencia sanitaria que está viviendo nuestro país no debería de darse ningún tipo de presupuesto (a los partidos) y poder invertir en el tema de la pandemia", declaró la presidenta del Senado, Eva Copa, del Movimiento al Socialismo (MAS) del exmandatario Evo Morales (2006-2019).
"Primero está la salud" y, por tanto, "los recursos de fortalecimiento público del TSE (Tribunal Supremo Electoral) deben destinarse a combatir la pandemia", escribió en Twitter el exmandatario y candidato presidencial centristas Carlos Mesa.
Sin embargo, "también se deben sumar a ello el dinero de la propaganda de (la presidenta transitoria y candidata) Jeanine Áñez y su gobierno y los gastos superfluos de la ALP" (Asamblea Legislativa Plurinacional), añadió.
El presidente del TSE, Salvador Romero, expresó que "existe un compromiso de trabajar en un marco de austeridad" en esta campaña, aunque no precisó montos a repartir.
El inicio formal de la campaña está previsto para el 23 de julio, mientras que la difusión de la propaganda puede comenzar el 7 de agosto, un mes antes de la votación.
"Nosotros no tenemos ningún problema que (ese dinero) se vaya a los municipios; no al gobierno nacional, no queremos más actos de corrupción", dijo el candidato presidencial del MAS, Luis Arce, que lidera las encuestas, en alusión a casos de compras de insumos médicos con aparente sobreprecio por parte de ministerios.
Jeanine Áñez sustituyó en noviembre al dimisionario Evo Morales (2006-2019) con la única misión de llamar a elecciones, pero finalmente decidió postularse para un mandato de cinco años.
Según registros del Sistema de Contrataciones Estatales, el gobierno de Jeanine Áñez gastó entre noviembre y mayo 3,8 millones de dólares en propaganda de su gestión, el 96% en la televisión.
En las elecciones de 2019, que después fueron anuladas por denuncias de fraude, el TSE repartió cinco millones de dólares entre los partidos. Al MAS le correspondieron 1,6 millones de dólares, según medios locales.
La pandemia deja más de 28 000 contagiados y 913 muertos en Bolivia, nación de 11 millones de habitantes.
(Con información de AFP)
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