La organización sigue con optimismo los avances de las diferentes compañías farmacéuticas para lograr una vacuna contra la COVID-19, después de que Pfizer y BioNTech anunciaran un 90 % de eficacia contra el nuevo coronavirus.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sigue los avances de las diferentes farmacéuticas que trabajan para lograr una vacuna contra la COVID-19, después de que Pfizer y BioNTech anunciaran este lunes que han logrado con sus ensayos un 90% de eficacia contra el coronavirus.
El organismo con sede en Ginebra, que esta semana ha reanudado de forma virtual la asamblea anual que interrumpió en mayo, ha recibido las noticias de Pfizer y BioNTech con más moderación que los mercados bursátiles, aunque su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha admitido que son esperanzadoras.
UNA VACUNA ANTES DE QUE TERMINE EL AÑO
"Como preveíamos, tendremos una vacuna a finales de este año, y la de Pfizer es muy prometedora", proclamó el etíope en las reuniones que esta semana se celebran por teleconferencia con representantes de los 194 países miembros de la OMS.
Tedros también subrayó que espera que más candidatas a vacuna puedan desarrollarse, animando a que otros laboratorios sigan sus investigaciones pese a que la de la estadounidense Pfizer y la alemana BioNTech se muestra por ahora como la mejor posicionada.
Actualmente hay más de 200 laboratorios en el mundo trabajando en posibles vacunas contra el coronavirus SARS-CoV-2 causante de la COVID-19, y al menos unas 40 están en alguna de las tres fases de test clínicos en personas: la primera suele contar con decenas de sujetos, la segunda con cientos, y la última con miles.
De esas 40, una decena están en la tercera fase de pruebas, entre ellas la de Pfizer-BioNTech, y también las de la estadounidense Moderna, la que desarrolla AstraZeneca con la Universidad de Oxford, o tres proyectos chinos (dos de la firma Sinopharm y uno de Sinovac, este último testado en grupos de control de Latinoamérica).
También está la rusa Sputnik V, que fue recibida con cierto escepticismo cuando en agosto el presidente Vladímir Putin ya la presentó al mundo. Al respecto, las autoridades rusas han afirmado hoy que Sputnik V ha probado ser eficaz en el 92 % de los casos en la tercera fase de los ensayos, según los primeros resultados de las pruebas publicadas hoy.
La OMS ha animado a que todas continúen sus investigaciones pese a que unas vayan más adelantadas que otras, teniendo en cuenta que habitualmente, con otras enfermedades, sólo una de cada cinco candidatas acaba teniendo éxito.
LA PANDEMIA ESPOLEÓ UNA NUEVA TECNOLOGÍA, EL ARNm
Algunas de estas candidatas, como la de Pfizer-BioNtech o la de Moderna, utilizan una nueva tecnología nunca antes probada en vacunas, denominada ARN mensajero o ARNm y que de probarse eficaz supondría un enorme avance para la epidemiología, que quizá podría adaptarse contra otras enfermedades.
Si con las vacunas tradicionales se inoculan a los individuos formas debilitadas del virus para que el organismo fabrique anticuerpos, con esta nueva tecnología sólo se introducen moléculas de ácido ribonucleico (ARN) que por sí solas contienen instrucciones con las que el cuerpo humano puede producir el virus y a la vez el anticuerpo que lo neutralice.
Esta tecnología presenta un nuevo problema que podría dificultar su deseada producción masiva y distribución a todo el mundo, dado que debe conservarse a temperaturas por debajo de los 70 u 80 grados.
En la asamblea de esta semana de la OMS ya se ha advertido que eso puede dificultar su llegada a países en desarrollo sin infraestructuras de almacenamiento en frío tan avanzadas, por ejemplo, en regiones muy golpeadas por la pandemia como América Latina.
EFE
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