Son tiempos de la COVID-19, la ciudad está en estado de emergencia, la entrega de pedidos a delivery está en auge y las familias se reúnen en sus salas para planificar sus pedidos en línea. En tanto muchas de las empresas pequeñas luchan por mantenerse a flote y adaptarse a recibir pedidos, existe un grupo que ha avanzado de manera silenciosa, buscando ser discretos y no exagerar su éxito en ventas, a causa de la situación, que bien podrían muchos acusar de ser la causante de pequeñas empresas quebrando por no poder competir con las más grandes.
Quizás el caso más resaltante este 2020 es el de Amazon, quien sigue rompiendo sus propios récord de ventas trimestrales, al mismo tiempo que los consumidores han perdido ya la cuenta de todos los productos que han ordenado de la empresa ya sea para la casa, trabajo, como sustituto de un mall, o por simple aburrimiento. Amazon ha buscado mantener un perfil bajo, pues al tener un poder dominante al igual que Google, podría bien ser demandada por prácticas monopólicas abusivas, como ha sucedido hace pocas semanas atrás con Google. Sin embargo, a pesar de que las ventas de Amazon han crecido un 37%, superando sus ventas trimestrales pasadas y las estimaciones de los analistas, el precio de sus acciones bajó ante su último reporte de resultados trimestral tras declarar que esperaban menores ganancias de las esperadas para la campaña navideña. Esto tiene lógica, pues, ante las declaraciones de Jeff Bezos, los consumidores han comprado ya lo que esperaban comprar para las fiestas durante el confinamiento.
Sin embargo, ello no parece preocuparle a Bezos, pues entiende que parte de su éxito en ventas se ha debido a que el mundo está en medio de una pandemia devastadora. Tras analizar su reporte de resultados, es evidente el énfasis que Amazon ha puesto en sus “buenos resultados” como empresa responsable, buscando crear una distracción de su evidente desempeño. Bien hace en resaltar hechos del último trimestre como los 200,000 puestos que ha creado, los millones de dólares que ha donado en educación o contra causas relacionadas a incendios y la expansión de su promesa en la lucha contra el cambio climático.
Sin embargo, el verdadero reto de Amazon reside en guardar su éxito comercial usando parte de sus ganancias para objetivos de largo plazo que contribuyan efectivamente contra el cambio climático o problemas sociales, en vez de acciones que buscan poner paños fríos momentáneamente a la percepción de los consumidores.
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