Según la ONU, para mitigar los efectos se necesitan 4,400 millones de dólares. Unos 1,4 millones de niños podrían morir si no se toman acciones inmediatas.
El panorama es desolador: guerras civiles, hambre, miseria. El secretario General de la ONU, Antonio Guterres, ha estimado que las agencias humanitarias del organismo internacional necesitan al menos 4,400 millones de dólares para paliar este mal.
Con el dinero se crearía un fondo de emergencia para enfrentar directamente las hambrunas en Somalia, Nigeria, Sudán del Sur y Yemen. Pero en estos países, esa ayuda no puede esperar.
Hay 20 millones de personas afectadas y se necesita, según la Organización de las Naciones Unidas, tomar medidas inmediatas para evitar "una catástrofe".
Contra el tiempo. El dinero debe estar en las arcas de la ONU antes de fines de marzo. Apenas hay 90 millones de dólares para este propósito.
El último gobierno en declararse en situación de hambruna es Sudán del Sur, que lo hizo el último lunes. La guerra civil que se libra en ese país desde hace más de tres años es el gran motor de la escasez de alimentos.
La Unicef ha informado que alrededor de 1,4 millones de niños con desnutrición severa podrían morirse de hambre este año. En Nigeria unos 450,000, Somalia 185,000, Sudán del Sur más de 270,000 y Yemen 462,000.
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