La candidata oficialista, Laura Chinchilla, agradeció a los hombres que han permitido ´que una hija de este país pueda ser hoy presidenta de la República´.
La ganadora de las elecciones de Costa Rica, la oficialista Laura Chinchilla, agradeció a sus compatriotas por su aplastante victoria en las urnas, que la convierte en la primera presidenta costarricense, al hablar ante miles de seguidores este domingo en la noche.
"Gracias Costa Rica, Gracias, Gracias (provincia de) Limón, Gracias Guanacaste, Gracias Punterenas, Gracias Alajuela, Gracias Cartago, Gracias San José, Gracias Costa Rica", dijo la politóloga de 50 años.
"Este ciertamente es un momento de alegría, pero sobre todo de humildad (..). No traicionaré esa confiaza, porque tengo claro que no me ha sido dada como un regalo", agregó.
Chinchilla pronunció un discurso ante sus partidarios pasadas las 22H15 locales (04H15 GMT) desde una tarima en el estacionamiento del Hotel Crowne Plaza Corobicí de la capital, pues un salón que había alquilado quedó estrecho debido a la gran afluencia de seguidores.
Dijo que "esta noche no hemos recibido un cheque en blanco para hacer cualquier cosa" y prometió dialogar con todos los partidos políticos y que mantendrá abierta su puerta para todos los "costarricenses de buena fe".
"Nadie en el país tiene el monopolio de la verdad, de la sensatez ni de la moral", dijo la futura gobernante, junto con prometer que mejorará la atención de los servicios de salud pública y que cuidará el medio ambiente.
"Se oye, se siente, Laura presidente", coreaba la multitud congregada frente al hotel, situado a un costado del Parque La Sabana, el principal paseo de San José.
"Quiero agradecer a mis contendores, y en esta noche en forma especial a quienes mas trabajaron (..) a don Otto Guevara y a don Ottón Solís", dijo Chinchilla.
"A pesar de nuestras diferencias (..) no tengo duda de que los ha animado un profundo amor por Costa Rica y que quieren lo mejor para nuestro país", añadió, prometiendo un "compromiso absoluto con la transparencia".
Agradeció a los hombres que han permitido "que una hija de este país pueda ser hoy presidenta de la República".
Chinchilla obtuvo un triunfo arrollador en los comicios, con el 47% de los votos, según balance preliminar del Tribunal Supremo de Elecciones, cantidad muy superior a la que pronosticaban las encuestas y al 40% fijado por la
Constitución para adjudicarse la presidencia en primera vuelta.
Ex vicepresidenta de Costa Rica y heredera política del mandatario saliente Oscar Arias, Chinchilla lo sucederá el 8 de mayo para un mandato de cuatro años.
Será la tercera presidenta en Centroamérica, pero a diferencia de sus antecesoras, la nicaragüense Violeta Chamorro y la panameña Mireya Moscoso, no llega al gobierno debido al prestigio de un marido políticamente prominente, sino por méritos propios.
Está casada con el abogado español José María Rico y tienen un hijo adolescente.
Con Chinchilla, el gobernante Partido Liberación Nacional (PLN), que ha dominado la política costarricense en las últimas seis décadas, ganó su mayor victoria desde el arrollador triunfo de Luis Alberto Monge en 1982.
Durante la campaña, Chinchilla llamó a continuar la ruta de Arias y evitar los populismos de izquierda y derecha, y enfrentó una dura campaña de algunos de sus rivales, que la acusaban de ser una "marioneta" de Arias, su mentor político.
Chinchilla fue una de los nueve candidatos a gobernar la democracia más antigua y estable de América Central, y propinó una contundente derrota a los dos opositores que la escoltaban en los sondeos y que pretendían forzar una segunda vuelta: el centroizquierdista Ottón Solís (24%) y el populista de derecha Otto Guevara (21%).
AFP
"Gracias Costa Rica, Gracias, Gracias (provincia de) Limón, Gracias Guanacaste, Gracias Punterenas, Gracias Alajuela, Gracias Cartago, Gracias San José, Gracias Costa Rica", dijo la politóloga de 50 años.
"Este ciertamente es un momento de alegría, pero sobre todo de humildad (..). No traicionaré esa confiaza, porque tengo claro que no me ha sido dada como un regalo", agregó.
Chinchilla pronunció un discurso ante sus partidarios pasadas las 22H15 locales (04H15 GMT) desde una tarima en el estacionamiento del Hotel Crowne Plaza Corobicí de la capital, pues un salón que había alquilado quedó estrecho debido a la gran afluencia de seguidores.
Dijo que "esta noche no hemos recibido un cheque en blanco para hacer cualquier cosa" y prometió dialogar con todos los partidos políticos y que mantendrá abierta su puerta para todos los "costarricenses de buena fe".
"Nadie en el país tiene el monopolio de la verdad, de la sensatez ni de la moral", dijo la futura gobernante, junto con prometer que mejorará la atención de los servicios de salud pública y que cuidará el medio ambiente.
"Se oye, se siente, Laura presidente", coreaba la multitud congregada frente al hotel, situado a un costado del Parque La Sabana, el principal paseo de San José.
"Quiero agradecer a mis contendores, y en esta noche en forma especial a quienes mas trabajaron (..) a don Otto Guevara y a don Ottón Solís", dijo Chinchilla.
"A pesar de nuestras diferencias (..) no tengo duda de que los ha animado un profundo amor por Costa Rica y que quieren lo mejor para nuestro país", añadió, prometiendo un "compromiso absoluto con la transparencia".
Agradeció a los hombres que han permitido "que una hija de este país pueda ser hoy presidenta de la República".
Chinchilla obtuvo un triunfo arrollador en los comicios, con el 47% de los votos, según balance preliminar del Tribunal Supremo de Elecciones, cantidad muy superior a la que pronosticaban las encuestas y al 40% fijado por la
Constitución para adjudicarse la presidencia en primera vuelta.
Ex vicepresidenta de Costa Rica y heredera política del mandatario saliente Oscar Arias, Chinchilla lo sucederá el 8 de mayo para un mandato de cuatro años.
Será la tercera presidenta en Centroamérica, pero a diferencia de sus antecesoras, la nicaragüense Violeta Chamorro y la panameña Mireya Moscoso, no llega al gobierno debido al prestigio de un marido políticamente prominente, sino por méritos propios.
Está casada con el abogado español José María Rico y tienen un hijo adolescente.
Con Chinchilla, el gobernante Partido Liberación Nacional (PLN), que ha dominado la política costarricense en las últimas seis décadas, ganó su mayor victoria desde el arrollador triunfo de Luis Alberto Monge en 1982.
Durante la campaña, Chinchilla llamó a continuar la ruta de Arias y evitar los populismos de izquierda y derecha, y enfrentó una dura campaña de algunos de sus rivales, que la acusaban de ser una "marioneta" de Arias, su mentor político.
Chinchilla fue una de los nueve candidatos a gobernar la democracia más antigua y estable de América Central, y propinó una contundente derrota a los dos opositores que la escoltaban en los sondeos y que pretendían forzar una segunda vuelta: el centroizquierdista Ottón Solís (24%) y el populista de derecha Otto Guevara (21%).
AFP
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