Hasta el momento se desconoce el móvil de esta serie de crímenes que tiñeron de sangre las localidades de Ciudad Juárez y Guerrero.
Al menos 21 personas murieron el pasado fin de semana en México en acciones atribuidas a los cárteles del narcotráfico, 15 en el estado norteño de Chihuahua, donde se encuentra Ciudad Juárez, y seis en el estado sureño Guerrero, informaron hoy fuentes oficiales.
De la quincena de víctimas en Chihuahua, región fronteriza con Estados Unidos, siete fueron en la capital del mismo nombre y ocho en Ciudad Juárez, entre ellos una mujer, según la fiscalía local.
Además de la mujer, en Ciudad Juárez murieron tres conductores de vehículos de transporte público, uno de los cuales, Luis Cardona, de 23 años, fue asesinado a tiros al volante de un autobús, mientras decenas de pasajeros abandonaban despavoridos el vehículo por la puerta trasera.
En la misma localidad, limítrofe con El Paso (EEUU) y considerada la más violenta de México, fueron localizados dos cadáveres, el primero en el cruce de las calles Zempoala e Irapuato, en el oeste de la urbe, y el otro entre la maleza en una zona conocida como Bosques de Waterfill. Los dos fueron acribillados por sus verdugos.
Además de los crímenes, durante el fin de semana varios grupos de delincuentes incendiaron cuatro negocios que quedaron completamente calcinados, con lo que ya suman 13 los establecimientos que son objeto de esa clase de ataques en los últimos días en Ciudad Juárez.
Tres de los locales eran de venta partes y recambios para automóviles y en todos los casos los incendios fueron provocados por hombres armados que lanzaron cócteles molotov, según los testigos.
En el caso de Guerrero, las seis víctimas mortales son hombres que fueron blanco de la violencia de un misterioso grupo criminal de reciente aparición, "El jefe de jefes", que el viernes se adjudicó otros 11 asesinatos.
Los 17 cadáveres fueron encontrados con un mensaje firmado por esa banda. La prensa local informó del hallazgo de otros seis cuerpos con mensajes similares, también el viernes, pero en el estado de Morelos, en el centro del país.
EFE
De la quincena de víctimas en Chihuahua, región fronteriza con Estados Unidos, siete fueron en la capital del mismo nombre y ocho en Ciudad Juárez, entre ellos una mujer, según la fiscalía local.
Además de la mujer, en Ciudad Juárez murieron tres conductores de vehículos de transporte público, uno de los cuales, Luis Cardona, de 23 años, fue asesinado a tiros al volante de un autobús, mientras decenas de pasajeros abandonaban despavoridos el vehículo por la puerta trasera.
En la misma localidad, limítrofe con El Paso (EEUU) y considerada la más violenta de México, fueron localizados dos cadáveres, el primero en el cruce de las calles Zempoala e Irapuato, en el oeste de la urbe, y el otro entre la maleza en una zona conocida como Bosques de Waterfill. Los dos fueron acribillados por sus verdugos.
Además de los crímenes, durante el fin de semana varios grupos de delincuentes incendiaron cuatro negocios que quedaron completamente calcinados, con lo que ya suman 13 los establecimientos que son objeto de esa clase de ataques en los últimos días en Ciudad Juárez.
Tres de los locales eran de venta partes y recambios para automóviles y en todos los casos los incendios fueron provocados por hombres armados que lanzaron cócteles molotov, según los testigos.
En el caso de Guerrero, las seis víctimas mortales son hombres que fueron blanco de la violencia de un misterioso grupo criminal de reciente aparición, "El jefe de jefes", que el viernes se adjudicó otros 11 asesinatos.
Los 17 cadáveres fueron encontrados con un mensaje firmado por esa banda. La prensa local informó del hallazgo de otros seis cuerpos con mensajes similares, también el viernes, pero en el estado de Morelos, en el centro del país.
EFE
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