Andrea clama por un transplante de corazón para su hijo de tres años, quien se encuentra con los días contados y permanece conectado a una máquina.
Solo continúa con vida gracias a una máquina, la cual no solo se ha convertido en el mecanismo que bombea sangre hacia sus venas sino también en un reloj de arena contra el cual tiene que luchar mientras el tiempo se agota.
Aaron Vincent sería como cualquier de niño de tres años de edad del Reino Unido de no ser porque padece de una hipertrofia cardiaca o "corazón ampliado", una dolencia que impide la adecuada irrigación sanguínea de su cuerpo y dificulta su respiración.
Enfermó por primera vez hace tres meses, tiempo durante el cual su madre, Andrea Middlemas, ha esperado por la que es, según los médicos, su única esperanza: un transplante al corazón.
"Por favor, ayuden a mi hijo con el regalo de la vida en esta Navidad", pidió Andrea a toda la gente a través del diario británico The Sun, a la vez que hacia un llamado para que las personas se unan al registro de donadores de órganos.
Mientras su hijo permanece atado a una máquina, conocida como "Corazón de Berlín", en el Hospital Houghton-le-Spring, Andrea permanece a su lado.
"Le he dicho que su corazón es débil y necesita uno nuevo. Nunca pensé dos veces acerca de la donación de órganos hasta que me ocurrió esto. Pero cuando observo la cara de los niños en el hospital me doy cuenta cuan importante es", expresa mientras espera por el milagro que salvará la vida de su pequeño esta Navidad.
Aaron Vincent sería como cualquier de niño de tres años de edad del Reino Unido de no ser porque padece de una hipertrofia cardiaca o "corazón ampliado", una dolencia que impide la adecuada irrigación sanguínea de su cuerpo y dificulta su respiración.
Enfermó por primera vez hace tres meses, tiempo durante el cual su madre, Andrea Middlemas, ha esperado por la que es, según los médicos, su única esperanza: un transplante al corazón.
"Por favor, ayuden a mi hijo con el regalo de la vida en esta Navidad", pidió Andrea a toda la gente a través del diario británico The Sun, a la vez que hacia un llamado para que las personas se unan al registro de donadores de órganos.
Mientras su hijo permanece atado a una máquina, conocida como "Corazón de Berlín", en el Hospital Houghton-le-Spring, Andrea permanece a su lado.
"Le he dicho que su corazón es débil y necesita uno nuevo. Nunca pensé dos veces acerca de la donación de órganos hasta que me ocurrió esto. Pero cuando observo la cara de los niños en el hospital me doy cuenta cuan importante es", expresa mientras espera por el milagro que salvará la vida de su pequeño esta Navidad.
Ver video: Sepa más sobre la donación de órganos en el Perú
El caso de Paola Vargas: Una vida que se apagó para salvar otras vidas
Comparte esta noticia