Dimitri Medvedev advirtió que si el fuego afecta instalaciones gubernamentales, ´actuaré de la misma forma, sin piedad´. Siniestro ha dejado 48 víctimas mortales.
El presidente ruso Dimitri Medvedev ordenó en una reunión de emergencia tomar medidas para proteger las instalaciones estratégicas del país, principalmente nucleares, contra los violentos incendios que ya dejaron 48 muertos.
"Estoy seguro de que saldremos adelante", declaró Medvedev estimando que la situación estaba "bajo control, aunque no hay que excluir una evolución negativa".
"Ordeno al gobierno establecer lo antes posible, de aquí a dos días, qué instalaciones presentan un peligro particular elevado" en caso de incendio, declaró.
Durante la reunión, para la que Medvedev interrumpió su descanso veraniego en la ciudad balnearia de Sochi, el mandatario ruso destituyó a varios altos oficiales por "negligencia criminal" al no haber evitado que los incendios forestales alcanzaran una base militar la semana pasada.
En un firme anuncio, el mandatario hizo una advertencia formal al jefe de la marina rusa, el almirante Vladimir Vysotsky, y su segundo Alexander Tatarinov, a propósito de los incendios forestales que la semana pasada alcanzaron una base logística naval en Kolomna, al sudeste de Moscú.
El daño fue colosal: la sede del personal, el departamento financiero, 13 depósitos que contenían equipamiento aeronáutico y 17 almacenes donde se guardaban vehículos fueron destruidos.
"Ordeno al ministerio de Defensa destituir a todo un grupo de oficiales por las infracciones disciplinarias que permitieron que ocurrieran" esos hechos, declaró el presidente en el comunicado transmitido por la televisión.
Entre los mandos destituidos figuran el jefe de la división de logística de la marina rusa, Sergei Sergeyev, y el jefe de la aviación naval, Nikolai Kuklev, precisó Medvedev.
"Si algo similar sucede en otros lugares y departamentos, actuaré de la misma forma, sin piedad", añadió Medvedev.
Mientras tanto, las autoridades se esforzaban en evitar la catástrofe con un fuego que se acercó a pocos kilómetros de un centro de investigación nuclear en Sarov, 50 km al este de Moscú, una ciudad cuyo acceso aún está prohibido a los extranjeros.
Según los responsables, todos los materiales radiactivos y explosivos del centro nuclear fueron evacuados, y más de 2.000 miembros de los servicios de emergencia, así como cientos de militares, fueron enviados a Sarov.
AFP
Comparte esta noticia