El ex presidente argentino logró llevar a juicio a los responsables de los crímenes de la dictadura militar más cruenta de la historia del país.
Raúl Alfonsín, fallecido a los 82 años en Buenos Aires, fue el caudillo que condujo la restauración democrática argentina y logró llevar a juicio a los responsables de los crímenes de la dictadura militar más cruenta de la historia del país, aunque aprobó también polémicas leyes de perdón.
Hijo de padre gallego, hincha del club Independiente de Avellaneda y abogado de profesión, Alfonsín, que gobernó Argentina entre 1983 y 1989, dedicó su vida a la actividad política desde la centenaria Unión Cívica Radical (UCR).
En una era plagada de breves lapsos de democracia interrumpidos por golpes militares, fue uno de los fundadores de
Además, el líder radical logró algo que consiguieron muy pocos de sus correligionarios: vencer en las urnas al Partido Justicialista (PJ, peronista), con casi el 52 por ciento de los votos en los comicios que marcaron el fin de la dictadura (1976-1983).
Aunque tuvo que enfrentar obstáculos y presiones para afianzar la democracia, consiguió que en 1985 se llevara a cabo un histórico juicio, que concluyó con duras condenas para los jerarcas del régimen que secuestró, torturó y desapareció a miles de personas.
Ante el avance de las investigaciones sobre los crímenes perpetrados en "los años de plomo", durante el Gobierno de Alfonsín se sucedieron rebeliones y asonadas militares que fueron sofocadas por tropas leales y con la presencia popular en las calles.
En ese contexto, entre 1986 y 1987 el Ejecutivo impulsó la aprobación parlamentaria de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, que libraron de responsabilidad a más de un millar de acusados de delitos de lesa humanidad.
Nacido en 1927 en Chascomús, localidad agrícola-ganadera situada a
Tras fundar
La derrota argentina en la guerra librada con el Reino Unido en 1982 por la soberanía de las islas Malvinas, a la que Alfonsín se opuso tajantemente, llevó al desacreditado Gobierno de facto a convocar a elecciones presidenciales el año siguiente.
Uno de sus primeros actos como jefe de Estado fue ordenar el proceso judicial de "los máximos responsables" de la represión ilegal, que se concretó en 1985, derivó en tres levantamientos militares y le costó un atentado del que salió ileso.
A los problemas que encontró Alfonsín para revertir la pésima situación económica generada por la dictadura, se sumaron las trece huelgas generales que convocó en sus seis años de Gobierno la mayor central obrera del país, de extracción peronista.
En medio de la "hiperinflación" y de una creciente conflictividad social que incluyó saqueos a supermercados, en 1989 el mandatario dejó el poder seis meses antes de lo previsto luego de que el candidato del PJ, Carlos Menem, fuera elegido en los comicios presidenciales con el 47,3 por ciento de los votos.
En 1993 Alfonsín y Menem dejaron atrás sus diferencias ideológicas al sellar el "Pacto de Olivos" para reformar
Dos años después, el ex gobernante fue garante de otro pacto, el que
Durante aquella campaña electoral, Alfonsín sufrió un grave accidente automovilístico pero se recuperó con rapidez, al punto de que en noviembre del mismo año fue designado vicepresidente de
A pesar de sus públicas diferencias con el ala conservadora del Gobierno, en octubre del 2001 fue elegido senador por el oficialismo y, dos meses después, Fernando de
Alfonsín, casado con María Lorenza Barreneche, con quien tuvo seis hijos, comenzó a sufrir problemas graves de salud a comienzos del 2008, cuando fue sometido a una operación en Estados Unidos para extraerle un tumor de pulmón.
Texto y Foto: EFE
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