El portavoz de la Santa Sede precisó que Susanna Mailo sigue bajo tratamiento sanitario obligatorio y que el caso está bajo la competencia de la magistratura vaticana.
El "Promotor de Justicia" del Vaticano (fiscal general) "valorará" en los próximos días los "eventuales pasos" que dar una vez conocido el informe médico y el de la Gendarmería Vaticana sobre Susanna Maiolo, la mujer que empujó y tiró al Papa al suelo durante la Misa del Gallo.
Así lo señaló el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, que precisó que Mailo, de 25 años, "sigue bajo tratamiento sanitario obligatorio" y que el caso está "bajo la competencia de la magistratura vaticana".
"En los próximos días, el Promotor de Justicia (Nicola Piccardi) deberá tomar en consideración los informe de los médicos y de la Gendarmería Vaticana y a luz de los mismos valorará los eventuales sucesivos pasos que dar", precisó Lombardi.
Ayer, preguntado sobre posibles acciones judiciales contra Maiolo, de 25 años, el jesuita dijo que "la justicia de la Santa Sede es normalmente muy benévola".
Con las afirmaciones de hoy, Lombardi subrayó que, como establece el concordato entre Italia y la Santa Sede de 1929, todo lo que ocurra dentro de la basílica de San Pedro es competencia de la vaticana.
Diferente es que hubiera ocurrido en la plaza de San Pedro, de cuya seguridad se encarga la policía italiana.
Cuando el 13 de mayo de 1981 el papa Juan Pablo II fue tiroteado en la plaza de San Pedro, el caso pasó automáticamente a la jurisdicción italiana.
Lombardi informó, asimismo, de que mañana, domingo, el cardenal Roger Etchegaray, de 87 años, que acompañaba al Papa y también fue derribado en el incidente, será operado de la rotura en la cabeza del fémur, debida a la caída.
Etchegaray, cuyas condiciones generales, según el portavoz, son "buenas", será operado en el Policlínico Gemelli, de Roma, donde se encuentra hospitalizado desde la Nochebuena.
Según Lombardi, las personas que han acudido al "Gemelli" para visitarle -entre ellas el secretario privado del Papa, Georg Gaenswein- han constatado "la serenidad y óptima moral" del purpurado francés, "que reza por el Papa y espera con optimismo la intervención quirúrgica.
El cardenal acababa de recuperarse de la caída sufrida el pasado año y que le causó una fractura en una vértebra lumbar.
Susanna Maiolo, por su parte, se encuentra internada en un centro psiquiátrico de las afueras de Roma, donde está siendo tratada y al que fue trasladada desde el hospital "Santo Spirito", cercano al Vaticano, en el que fue atendida tras el incidente protagonizado en la basílica de San Pedro.
Según aseguraron hoy los medios italianos, Maiolo dijo a los médicos del "Santo Spirito" que "no quería hacer daño al Santo Padre" y que estos han constatado que se trata de una persona con "problemas psíquicos", con un "pensamiento inestable", que fue lo que la llevó a intentar en dos ocasiones (en la Nochebuena de 2008 y la de este año) a acercarse al Pontífice.
Maiolo vino expresamente desde Suiza, donde vive, hasta Roma para participar en la Misa del Gallo, igual, según las fuentes, que hizo en 2008, cuando intentó, sin éxito, hacer lo mismo que en esta ocasión.
Sobre su gesto, que ha puesto sobre la mesa el problema de la seguridad del Papa, en el Vaticano se ha intentado minimizar, aunque, según dijeron hoy fuentes vaticanas a Efe, "existe preocupación", ya que al Papa le gusta estar con la gente, hablar con ella, saludarla, etc, y es imposible garantizarle al cien por cien su seguridad.
El presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el cardenal arzobispo de Génova, Angelo Bagnasco, intentó quitar hierro al caso y dijo que lo ocurrido la Nochebuena en la basílica de San Pedro fue simplemente "el intento de una señora de saludar al Papa".
El incidente se produjo cuando el Papa presidía la procesión que desde la puerta principal de la basílica se dirigía hacia el Altar Mayor para oficiar la Misa del Gallo.
Maiolo saltó una de las vallas del pasillo creado en el interior de la basílica para que pasase el Papa y a pesar de la intervención de la escolta logró llegar hasta él y agarrarle el palio, haciéndole perder el equilibrio y caer al suelo.
El Pontífice, ayudado por los ceremonieros pontificios, se levantó, reanudó la procesión y ofició con normalidad la misa.
Ayer, día 25, apareció de nuevo en el Vaticano para pronunciar el Mensaje de Navidad e impartir la bendición "Urbi et Orbi", lo que hizo con voz clara y fuerte.
Hoy volvió a la plaza de San Pedro para el ángelus, saludando sonriendo desde su apartamento a los fieles presentes y mostrando buen aspecto. EFE
Así lo señaló el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, que precisó que Mailo, de 25 años, "sigue bajo tratamiento sanitario obligatorio" y que el caso está "bajo la competencia de la magistratura vaticana".
"En los próximos días, el Promotor de Justicia (Nicola Piccardi) deberá tomar en consideración los informe de los médicos y de la Gendarmería Vaticana y a luz de los mismos valorará los eventuales sucesivos pasos que dar", precisó Lombardi.
Ayer, preguntado sobre posibles acciones judiciales contra Maiolo, de 25 años, el jesuita dijo que "la justicia de la Santa Sede es normalmente muy benévola".
Con las afirmaciones de hoy, Lombardi subrayó que, como establece el concordato entre Italia y la Santa Sede de 1929, todo lo que ocurra dentro de la basílica de San Pedro es competencia de la vaticana.
Diferente es que hubiera ocurrido en la plaza de San Pedro, de cuya seguridad se encarga la policía italiana.
Cuando el 13 de mayo de 1981 el papa Juan Pablo II fue tiroteado en la plaza de San Pedro, el caso pasó automáticamente a la jurisdicción italiana.
Lombardi informó, asimismo, de que mañana, domingo, el cardenal Roger Etchegaray, de 87 años, que acompañaba al Papa y también fue derribado en el incidente, será operado de la rotura en la cabeza del fémur, debida a la caída.
Etchegaray, cuyas condiciones generales, según el portavoz, son "buenas", será operado en el Policlínico Gemelli, de Roma, donde se encuentra hospitalizado desde la Nochebuena.
Según Lombardi, las personas que han acudido al "Gemelli" para visitarle -entre ellas el secretario privado del Papa, Georg Gaenswein- han constatado "la serenidad y óptima moral" del purpurado francés, "que reza por el Papa y espera con optimismo la intervención quirúrgica.
El cardenal acababa de recuperarse de la caída sufrida el pasado año y que le causó una fractura en una vértebra lumbar.
Susanna Maiolo, por su parte, se encuentra internada en un centro psiquiátrico de las afueras de Roma, donde está siendo tratada y al que fue trasladada desde el hospital "Santo Spirito", cercano al Vaticano, en el que fue atendida tras el incidente protagonizado en la basílica de San Pedro.
Según aseguraron hoy los medios italianos, Maiolo dijo a los médicos del "Santo Spirito" que "no quería hacer daño al Santo Padre" y que estos han constatado que se trata de una persona con "problemas psíquicos", con un "pensamiento inestable", que fue lo que la llevó a intentar en dos ocasiones (en la Nochebuena de 2008 y la de este año) a acercarse al Pontífice.
Maiolo vino expresamente desde Suiza, donde vive, hasta Roma para participar en la Misa del Gallo, igual, según las fuentes, que hizo en 2008, cuando intentó, sin éxito, hacer lo mismo que en esta ocasión.
Sobre su gesto, que ha puesto sobre la mesa el problema de la seguridad del Papa, en el Vaticano se ha intentado minimizar, aunque, según dijeron hoy fuentes vaticanas a Efe, "existe preocupación", ya que al Papa le gusta estar con la gente, hablar con ella, saludarla, etc, y es imposible garantizarle al cien por cien su seguridad.
El presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el cardenal arzobispo de Génova, Angelo Bagnasco, intentó quitar hierro al caso y dijo que lo ocurrido la Nochebuena en la basílica de San Pedro fue simplemente "el intento de una señora de saludar al Papa".
El incidente se produjo cuando el Papa presidía la procesión que desde la puerta principal de la basílica se dirigía hacia el Altar Mayor para oficiar la Misa del Gallo.
Maiolo saltó una de las vallas del pasillo creado en el interior de la basílica para que pasase el Papa y a pesar de la intervención de la escolta logró llegar hasta él y agarrarle el palio, haciéndole perder el equilibrio y caer al suelo.
El Pontífice, ayudado por los ceremonieros pontificios, se levantó, reanudó la procesión y ofició con normalidad la misa.
Ayer, día 25, apareció de nuevo en el Vaticano para pronunciar el Mensaje de Navidad e impartir la bendición "Urbi et Orbi", lo que hizo con voz clara y fuerte.
Hoy volvió a la plaza de San Pedro para el ángelus, saludando sonriendo desde su apartamento a los fieles presentes y mostrando buen aspecto. EFE
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