El militar chileno está acusado por haberle disparado a quemarropa a un manifestante durante el estado de emergencia declarado por el presidente Sebastián Piñera.
Este lunes, la Justicia chilena ordenó la prisión preventiva de un militar imputado por abuso en sus funciones contra un manifestante al que disparó a quemarropa, durante la vigencia del estado de emergencia decretado en la sureña ciudad de Concepción, en el marco de las protestas en el país.
La Corte de Apelaciones de esa ciudad, capital de la región de Biobío, a casi 500 kilómetros al sur de Santiago, estipuló admitir a trámite un recurso de apelación contra la resolución que había rechazado la medida preventiva contra el sargento del Ejército Héctor Hernán Herrera.
El incidente ocurrió el 22 de octubre, después de cinco días de protestas, cuando el imputado disparó a la pierna a una persona que había sido reducida. "Se evidencia que el referido disparo se produjo cuando la víctima se hallaba reducida, nunca opuso resistencia, se realizó sin advertencia previa como pudo haber sido un disparo al aire, resultando determinante en la observación realizada, la inexistencia de algún peligro o amenaza en la integridad física del funcionario público", indicó el fallo.
Así, la justicia determinó de forma unánime que la víctima "fue fácilmente reducida, se encontraba solo, no hubo acto ni intento hostil, tampoco agresión ni amenaza".
Asimismo, la corte explicó que en un vídeo en el que registró el suceso se puede apreciar el momento en el que Herrera disparó contra el cuerpo de un ciudadano "a no más de 50 centímetros" sin ninguna razón que justifique "tal desproporción en el uso de la fuerza".
El soldado había sido formalizado el pasado 24 de octubre, pero la Justicia determinó que no era necesaria la prisión preventiva por no constituir un peligro para la seguridad de la sociedad, situación que ahora fue revocada por la Corte de Apelaciones de Concepción.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, estableció el estado de emergencia en Concepción en la madrugada del sábado 19 de octubre, tras una primera jornada de protestas violentas, disturbios, incendios y saqueos que se extendió desde Santiago a todo el país y que llevó, además de dar el control del orden público a los militares, a decretar toque de queda.
Chile vive un estallido social sin precedentes desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet en 1990, con masivas manifestaciones en las calles y disturbios que inicialmente fueron reprimidos por la Policía y las Fuerzas Armadas y que hasta la fecha se han cobrado la vida de al menos 20 personas, seis de ellas ciudadanos extranjeros. (Con información de EFE)
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