Los colombianos votaron en contra del acuerdo firmado entre el gobierno y las FARC en un plebiscito realizado el domingo.
El acuerdo de paz firmado por las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos el último 22 de septiembre ha sido rechazado por los colombianos en el plebiscito realizado este domingo. La sorpresa ha sido general. Tanto en ese país como en el extranjero. Hasta la mañana de este domingo, animados por los resultados favorables en las encuestas, los promotores del 'si' confiaban en el triunfo.
El pacto de 297 páginas, negociado desde 2012 en La Habana, constaba de los siguientes 6 puntos.
1. Fin del conflicto. Tras el alto al fuego bilateral y definitivo en vigor desde el 29 de agosto, las FARC tenían que comenzar a agrupar a los 5.765 combatientes armados que declararon tener en 27 sitios acordados para la dejación de armas y la reincorporación a la vida civil. El proceso iba a ser supervisado por Naciones Unidas y tenía que realizarse en 180 días a partir del 26 de septiembre, día de la firma.
2. Justicia para las víctimas. Reparar a las víctimas del conflicto, que ha dejado 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados, era el objetivo del sistema de justicia negociado, que proyectaba juzgar en tribunales especiales los crímenes cometidos por todos los actores del conflicto -guerrillas, paramilitares, agentes estatales-, tanto uniformados como civiles. Una ley de amnistía fue pactada para los rebeldes acusados de delitos políticos, como rebelión, pero no comprendía a los responsables de masacres, torturas y violaciones. Quienes confesaran crímenes atroces ante un tribunal especial podrían evitar la cárcel y recibir penas alternativas. Si no lo hacían y eran declarados culpables, recibirían condenas de ocho a 20 años de prisión.
3. Solución al narcotráfico. Las FARC aceptaron en mayo de 2014 poner fin a la producción de drogas ilícitas en territorio bajo su control y desvincularse del negocio del narcotráfico. Se acordó un plan de sustitución de cultivos ilícitos en zonas de influencia guerrillera, donde el gobierno se comprometió a brindar alternativas de sustento a los campesinos que acepten el reemplazo. Las autoridades de Colombia, el mayor productor mundial de cocaína, seguirán combatiendo al narcotráfico, que desde la década de 1980 ha sido combustible para el conflicto armado.
4. Participación en política. Con el acuerdo, las FARC se conviertía en un movimiento político legal y el gobierno se comprometía a garantizar su seguridad para evitar que sus militantes sean asesinados, como ocurrió a manos de paramilitares y fuerzas estatales en los años 1980 y 1990, luego de un fallido proceso de paz. Además, a las FARC se les iba a asignar 10 escaños en el Congreso de 268 miembros por dos periodos legislativos consecutivos, cada uno de cuatro años, si no lograban los votos suficientes.
5. Desarrollo agrario. Las partes firmaron en mayo de 2013 un acuerdo en el que el gobierno se comprometía a otorgar más acceso a tierras, créditos y dotar de servicios básicos a los territorios rurales asolados por la conflagración interna. La repartición de tierras y una reforma agraria son reclamos históricos de las FARC, nacidas en 1964 de una sublevación campesina.
6. Refrendación. Si el acuerdo era validado en el referéndum de este domingo el Congreso tenía que aprobar la legislación necesaria para implementar lo acordado. Si era rechazado, lo negociado no podía ser ejecutado.
Comparte esta noticia