Kyle Walker, de 26 años, descendía por una pendiente rocosa cubierta de líquenes, solo empleando las manos y los pies. Este fue el desenlace de su peligrosa hazaña.
Kyle Walker, de 26 años, se aventuró a descender por una pendiente rocosa en Colorado (Estados Unidos), el pasado seis de abril, pero sin cuerdas de protección. Esta maniobra lo puso cara a cara con la muerte en tan solo un minuto, que duró la dolorosa caída.
El joven estadounidense practica regularmente la actividad conocida como ‘escalada libre’, que consiste en subir o descender de formaciones rocosas, solo empleando las manos y los pies. Esta vez, la experiencia que vivió en Colorado le dejó una enseñanza, que nunca olvidará.
Walker se aferraba a rocas cubiertas de líquenes en un descenso lento y aparentemente nervioso, grabado por su GoPro adherido a su pecho. Mientras lo hacía se oye su respiración dificultosa y agitada, pero llega un momento en que se desprenden sus manos y rueda por la zona agreste.
Según la agencia Reuters, la caída fue de poco más de 18 metros y quedó gravemente herido. El accidente le causó la fractura de las muñecas, ocho costillas rotas, así como la pelvis y la perforación de uno de sus pulmones. Un senderista que deambulaba por la zona lo encontró machacado y bañado en sangre.
Avisó a las cuadrillas de rescate, que se hicieron cargo de su traslado a un hospital de Colorado, donde se recupera lentamente de las severas lesiones del accidente. El paciente ha dicho que se siente muy afortunado y aconsejó a los amantes de este deporte jamás escalar nuevas rutas sin práctica ni cuerdas.
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