Mike Pence, vicepresidente estadounidense calificó de "atrocidad" y de "afrenta a una prensa libre e independiente", el asesinato del periodista saudí.
El vicepresidente de estadounidense, Mike Pence, prometió que Estados Unidos pedirá que los asesinos de Jamal Khashoggi rindan cuentas, después de que The Washington Post revelara que el príncipe heredero saudita ordenó el asesinato del periodista citando fuentes de la CIA.
"Estados Unidos está determinado a pedir que rindan cuentas todos los que son responsables del asesinato del periodista, que vivía en Estados Unidos”, aseguró Pence, al margen de la cumbre de la APEC en Port Moresby.
Según The Washington Post, diario con el que colaboraba Khashoggi regularmente, la CIA concluyó que el crimen fue ordenado por el príncipe heredero, Mohamed bin Salmán. "Vamos a seguir los hechos", indicó Pence, que rechazó comentar informaciones clasificadas, pero que calificó el asesinato del periodista de "atrocidad" y de "afrenta a una prensa libre e independiente".
Según el diario estadounidense, la CIA examinó diferentes fuentes de información, sobre todo una llamada entre el periodista y el hermano del príncipe heredero y embajador saudita en Estados Unidos, Jalid bin Salmán. Este le aconsejó a Khashoggi ir al consulado en Estambul y le aseguró que no le pasaría nada.
The Washington Post añade sin embargo que no está claro que Jalid bin Salmán, que realizó la llamada a petición de su hermano, estuviera al tanto de que el periodista iba a ser asesinado. La oficina del fiscal general saudita disculpó este jueves al príncipe heredero, solicitando la pena capital contra cinco sospechosos que se encuentran detenidos.
Aliado histórico de Riad, Washington se apresuró a anunciar sanciones contra 17 sauditas implicados en el asunto, anticipando medidas más severas del Congreso norteamericano contra el reino, según experto.
Mantener "una alianza fuerte"
El vicepresidente estadounidense añadió este sábado, sin embargo, que Washington quería encontrar una forma de mantener una "alianza fuerte e histórica" con Arabia Saudita, sobre todo de cara a las ambiciones de Irán en Oriente Medio.
La muerte del periodista, el 2 de octubre, ha convertido de repente al príncipe heredero, un poderoso aliado de Washington, en un colaborador incómodo.
Mohamed bin Salmán debe tratar también con Turquía. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha afirmado en numerosas ocasiones que la orden de asesinato del periodista venía "de los más altos niveles del gobierno saudita", sin citar sin embargo al príncipe.
(Con información de AFP)
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