Clarisa Figueroa y su hija Desiree confesaron haber estrangulado con un cable a Marlen Ochoa - López, la joven de ascendencia hispana que iba a dar a luz el cinco de mayo. Así fue como cayó en manos de sus asesinas.
Clarisa Figueroa, de 46 años y su hija de 24 años Desiree enfrentarán cargos por homicidio en primer grado ante la justicia estadounidense por el crimen que ha estremecido al país norteamericano: estrangular a una joven de 19 años para arrancarle del vientre su bebé.
¿Qué relación tenía la víctima con estas mujeres?, según las primeras investigaciones, Marlen Ochoa – López, había conocido a sus asesinas a través de un grupo de Facebook, ahora cerrado, cuyas integrantes dan apoyo a madres en gestación.
Según dijo el jefe adjunto de los detectives de la Policía de Chicago, Brendan Deenihan, la víctima fue a la casa de Clarisa Figueroa para recoger ropa y un coche para bebés, y una vez en el interior, donde entró con engaños, fue estrangulada con un cable coaxial.
El cable con el que la mataron fue encontrado en un cubo de basura en el patio de la vivienda, además de restos de sangre, ropa quemada y contenedores con líquidos de limpieza. El cadáver de la víctima también fue hallado al interior de un cubo de basura en el patio trasero.
Las autoridades detuvieron a las dos mujeres y a dos hombres. Hasta el momento desconocen las motivaciones de las asesinas y barajan la hipótesis de que Clarisa Figueroa, quien perdió a un hijo en 2017, pretendía criar al recién nacido.
La llamada al 911
Después de que el bebé fuera retirado del vientre, Clarisa Figueroa hizo una llamada al 911 para avisar que el niño recién nacido tenía problemas para respirar, tras lo cual fue transportado en estado crítico a un hospital cercano donde se encuentra en cuidados intensivos y con daños cerebrales.
Desiree Figueroa declaró a los agentes que su madre había dado a luz al bebé, aunque luego las pruebas de ADN confirmaron que el recién nacido es hijo de la víctima, y de su esposo, Yovani López. Los agentes procedieron esta semana a interrogar a las mujeres y examinar la vivienda, y descubrieron el automóvil de Ochoa-López aparcado cerca.
La oficina del médico forense confirmó el miércoles que los restos corresponden a Marlen Ochoa-López, el mismo día en que su esposo, de 20 años, pidió justicia por la muerte de la joven y se realizó una vigilia en una iglesia local.
Estaba previsto que Marlen alumbre el cinco de mayo. Se la vio por última vez el pasado 23 de abril saliendo de la escuela Secundaria Alternativa Latino Youth, en el barrio de La Villita (sur de la ciudad), con dirección al hogar de las acusadas, en donde ya había estado en anteriores oportunidades. Tiene un hijo de tres años.
Con información de EFE.
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