Se trata de la primera persona fallecida fuera de Asia, mientras el balance de decesos por la epidemia supera los 1500 en China.
El nuevo coronavirus dejó este sábado un muerto en Francia, el primero fuera de Asia, mientras el balance de decesos por la epidemia de COVID-19 supera en total los 1.500 en China.
La ministra francesa de Salud, Agnès Buzyn, anunció este sábado el fallecimiento el viernes por la noche de un turista chino de 80 años, infectado por el virus y hospitalizado en Francia desde finales de enero.
La muerte de este hombre es "la primera fuera de Asia, la primera en Europa", subrayó la ministra. Hasta ahora se habían registrado solo tres decesos fuera de China continental: en Filipinas, Hong Kong y Japón.
China continental concentra, con 1.523 decesos, el 99,9% de las muertes registradas en el mundo por el nuevo coronavirus, y más de 66.000 personas han sido además infectadas.
Las autoridades de Pekín exigieron a quienes volvían a la capital tras sus vacaciones se impusieran una cuarentena de 14 días, para frenar la expansión de la enfermedad, según los medios oficiales. Se ignora cómo las autoridades podrán hacer respetar la medida.
En la expansión de la epidemia, que emergió en la provincia de Hubei (centro de China), contribuyó el hecho de que millones de personas se desplazaron a fines de enero por las vacaciones del Año Nuevo Lunar.
Las vacaciones en China fueron ampliadas para impedir mayores contagios pero, poco a poco, en las últimas dos semanas la gente volvía a sus trabajos --muchos en teletrabajo desde sus hogares--, mientras que las escuelas siguen cerradas.
Cerca de 283 millones de viajes se han realizado en el interior de China entre el 25 de enero y el viernes, según el viceministro de Transportes, Liu Xiaoming.
NUEVO CONTEO Y CUARENTENA DE BILLETES
Esta semana, China decidió adoptar nuevos criterios para el conteo de personas contaminadas, lo que disparó en varios miles el número de contagiados.
El gobierno chino mantiene a toda Hubei, con sus casi 56 millones de habitantes, en una gigantesca cuarentena desde hace casi un mes. En otra drástica medida preventiva, China puso en marcha un proceso en el que limpia y deja en cuarentena los billetes de banco usados con el objetivo de limitar la propagación de la epidemia.
Los bancos utilizan rayos ultravioletas o altas temperaturas para desinfectar los billetes antes de sellarlos y aislarlos durante siete o 14 días, explicó Fan Yifei, vicegobernador del Banco Central de China. Sin embargo, la epidemia ha seguido extendiéndose a una treintena de otros países, con unos 600 casos de confirmados.
(Con información de AFP)
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