El Gobierno de Emmanuel Macron consideró que los franceces que se unieron al ISIS en Siria "deben ser juzgados y castigados allí" y aclaró que aceptarán la llegada de sus hijos huérfanos o no acompañados.
Francia repatrió este viernes de Siria a varios hijos de yihadistas franceses que estaban en campamentos del noreste del país bajo control de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) y que, o bien son huérfanos o no estaban acompañados por sus padres, anunció el Ministerio de Exteriores.
El Ministerio, que no precisó el número, justificó en un comunicado la operación porque se trata de niños pequeños "particularmente vulnerables". “Los niños son objeto de un seguimiento médico y psicológico, han quedado en manos de las autoridades judiciales y sus familiares en Francia, con los que estaban en contacto, han sido informados de su llegada”, afirmó.
Además de agradecer "su cooperación" a las FDS, fuerza kurda de oposición al régimen de Bachar el Asad, precisó que esto no significa un cambio de posición sobre los adultos franceses que se integraron en grupos yihadistas en Siria o Irak. "Deben ser juzgados en el territorio en el que cometieron sus crímenes. Es una cuestión de justicia y de seguridad a la vez", concluyó.
Interrogado sobre esta cuestión por la emisora "Europe 1", el primer ministro francés, Édouard Philippe, se negó este viernes a decir a cuántos yihadistas franceses tienen localizados en Siria, entre otras cosas porque "la cifra evoluciona constantemente".
Philippe reiteró la posición de que "esos franceses que se fueron de Francia para convertirse en combatientes (...) deben ser juzgados y castigados allí", y añadió que eso "ya ocurre en Irak y debe suceder también en Siria".
EFE
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