Dagmar Turner tocó el violín mientras los cirujanos le extirpaban un tumor cerebral: "El pensar que podía perder mi habilidad para tocar me rompía el corazón".
Una paciente del Hospital King’s College, en Londres, tocó el violín mientras era sometida a una cirugía cerebral para retirarle un tumor maligno. El personal médico le pidió a Dagmar Turner, de 53 años, tocar este instrumento para garantizar que las partes del cerebro que controlan los movimientos delicados de las manos y la coordinación no sean dañados durante el procedimiento de precisión milimétrica.
Turner, quien trabajaba como consultora de gestión en la Isla de Wight, fue diagnosticada en el 2013 con un tumor cerebral, luego de sufrir una convulsión durante una sinfonía. La violinista, que toca actualmente en la Orquesta Sinfónica de la Isla de Wight, estaba preocupada por que la cirugía pudiera ocasionar que pierda la capacidad de tocar.
El tumor de la mujer estaba situado en el lóbulo frontal derecho de su cerebro, muy cerca de un área que controla el movimiento de su mano izquierda. El profesor Keyoumars Ashkan, consultor neurocirujano del King’s College Hospital, ideó un plan para poder realizar la operación reduciendo el riesgo de que esto sucediera. Al ser licenciada y pianista, comprendió el deseo de la señora Turner.
Antes de la cirugía, los médicos pasaron dos horas mapeando cuidadosamente el cerebro de la paciente, para así identificar las áreas que estaban activas cuando tocaba el violín y las responsables de controlar el lenguaje y el movimiento de su cuerpo. Los cirujanos le realizaron una craneotomía antes de despertarla de la anestesia.
La paciente tocó el violín mientras le extirpaban el tumor y los anestesistas y un terapeuta la vigilaban de cerca. “Logramos eliminar más del 90% del tumor, incluidas todas las áreas sospechosas de actividad agresiva, en tanto conservamos la función completa en su mano izquierda", señaló el profesor Ashkan a The Independent.
“El violín es mi pasión; llevo tocándolo desde que tenía 10 años. El pensar que podía perder mi habilidad para tocar me rompía el corazón”, comentó la paciente, quien tres días después del procedimiento, ya se encontraba lo suficientemente estable como para regresar a casa junto a su hijo y esposo.
Comparte esta noticia