Las autoridades de Brasilia investigan supuestos fraudes en donde las autoridades calculan que hubo un sobreprecio de casi 25%.
Los preparativos del Mundial de Fútbol de 2014 que se realizó en Brasil vienen siendo investigados. Las autoridades de Brasilia encontraron supuestos fraudes por cerca de 60 millones de dólares en unas obras realizadas en la ciudad para mejorar el transporte público durante esta celebración. Así lo informaron este viernes fuentes oficiales.
"Los hechos que se investigan configuran la práctica de los delitos de corrupción pasiva y activa, asociación ilícita, fraudes en licitaciones y lavado de dinero", indicó la Policía Federal en una nota sobre una operación iniciada en la capital brasileña.
Ex gobernadores federales ya vienen siendo investigados por supuestas irregularidades en los preparativos de la fiesta del fútbol que se llevó a cabo en 2014. Entre ellos, el ex gobernador del Distrito Federal de Brasilia Agnelo Queiroz (2011-2015) y su antecesor en el cargo, José Roberto Arruda (2007-2010).
Ambos exfuncionarios podrían estar implicados en los supuestos fraudes detectados en la construcción del llamado BRT Sur, una línea rápida de autobuses que se incluyó en el paquete de mejoras que Brasilia presentó en su candidatura a subsede del evento deportivo.
Sobrecostos
Las obras costaron unos 900 millones de reales (257 millones de dólares) y las autoridades calculan que hubo un sobreprecio de casi un 25 %, del que se habrían apropiado ilegalmente los responsables del proyecto y los empresarios que lo ejecutaron.
Hasta ahora, Queiroz y Arruda, así como otros diez exfuncionarios del gobierno regional de Brasilia, responden por desvíos de dinero público supuestamente registrados en la construcción del estadio Mané Garrincha, el más caro de los doce utilizados en el Mundial.
El estadio fue construido sobre la base de una arena existente, pero su capacidad, en la época de 20.000 personas, no atendía las demandas de la FIFA.
El coste de las obras fue calculado inicialmente en unos 700 millones de reales (hoy 200 millones de dólares), pero el precio final duplicó esa cifra y convirtió al estadio Mané Garrincha en el más caro del país, con capacidad para 73.000 personas, en una ciudad que no tiene un sólo equipo de fútbol en la primera división.
EFE
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