El hombre de 32 años fue torturado y quemado en la ciudad del El Alto. Tanto en Perú como en Bolivia son habituales los linchamientos.
Un hombre de 32 años que sufría de esquizofrenia fue torturado hasta la muerte y quemado en la ciudad boliviana de El Alto, aledaña a La Paz, al ser confundido con un ladrón, denunció su familia al clamar justicia.
La familia de la persona linchada, Carlos Simón Llano, hizo la denuncia ante los medios de comunicación cuando reclamaba el cadáver en la morgue de La Paz y exigía justicia con pancartas.
Roger Llano dijo a Efe que su hermano Carlos padecía de problemas mentales desde hace diez años y salió de su casa, situada en la colonia Horizontes, el 22 de marzo para caminar y desapareció.
Su padre vio por la televisión a una persona quemada en la zona del Distrito 7 de El Alto, en la periferia de la ciudad, camino al lago Titicaca, y creyó reconocer las zapatillas del fallecido.
El caso no se había conocido hasta ahora cuando la familia y sus amigos hicieron las denuncias para clamar justicia y que la Fiscalía y la Policía detengan a los responsables del linchamiento.
La familia asegura con base en informes forenses que el hombre fue torturado más de seis horas y su cuerpo fue quemado.
Quienes perpetraron el crimen habrían trasladado el cuerpo a otro lugar cercano de donde supuestamente sucedió el linchamiento.
Cinco muertes en el 2015
La familia y los amigos de Carlos aseguran que nunca cometió delito alguno, que sufría de esquizofrenia debido a una depresión y que tomaba medicación y era inofensivo.
Una amiga del fallecido y la familia, Jahzeel Márquez, señaló que en la misma zona se dio un episodio similar anteriormente, cuando los vecinos ataron a un taxista y lo quemaron dentro de su vehículo, también al confundirlo con un delincuente.
Los casos de linchamientos son relativamente habituales en algunas zonas de Bolivia, y según la Defensoría del Pueblo, en 2015 se produjeron 32 intentos, de los que cinco terminaron en muerte.
La Defensoría y Naciones Unidas han reclamado varias veces que se sancione a los responsables de cada crimen, pero nada ha logrado frenar los linchamientos que desde hace varios años se suceden y se repiten en las regiones de Cochabamba (centro), El Alto y Potosí (oeste).
¿Justicia?
Quienes cometen los linchamientos alegan que actúan en nombre de la "justicia comunitaria", reconocida en la Constitución boliviana promulgada en 2009, pero las autoridades han explicado varias veces que ese sistema judicial no admite castigos brutales ni lo que llega a ser una pena de muerte de facto.
Agentes de la Policía indicaron a los medios que no pudieron entrar en la zona donde se produjo el crimen para las investigaciones porque los vecinos cavaron zanjas para impedirlo y los echaron a pedradas.
La mayoría de los casos en Bolivia queda en la impunidad o tarda mucho en aclararse debido a ese silencio pactado. EFE
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