Lula da Silva está preso en la Superintendencia de la Policía Federal en la ciudad de Curitiba desde abril pasado por el escándalo de corrupción en el caso Petrobras.
El Partido de los Trabajadores (PT) lanzó este sábado la candidatura presidencial de su encarcelado líder, Luiz Inácio Lula da Silva, en una apuesta improbable que confirma, sin embargo, el papel central del exmandatario de izquierda en la política de Brasil.
Una vez más, aunque esta vez desde una cárcel de Curitiba (sur), Lula (2003-2010) se perfila como la figura central de la campaña y mantiene una incompresible condición de favorito, con un 30% de intenciones de voto.
En Sao Paulo, unos dos mil delegados y militantes participaron de la convención del PT, que rehúsa evocar cualquier alternativa a esa candidatura, que con toda probabilidad será impugnada por la justicia electoral.
Lula cumple desde el 7 de abril de este año una condena a 12 años y un mes de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero por el caso Petrobras. La condena fue confirmada por una corte de apelación, lo cual debería inhabilitarlo para competir en una elección, en virtud de la "Ley de Ficha Limpia" promulgada por él mismo en el último año de su mandato.
Pero en espera de que la justicia electoral así lo determine (probablemente en la segunda quincena de agosto), nade le impide al PT proclamarlo candidato, velando aún más la visibilidad sobre las que se anuncian como las elecciones más inciertas desde la restauración de la democracia en 1985.
Por el momento, Lula no escogió el nombre de su eventual vicepresidente, lo cual da pie a todo tipo de especulaciones. Uno de los nombres más mentados es el del exalcalde de Sao Paulo Fernando Haddad, que forma parte del equipo legal del expresidente, lo que le da libre acceso al líder en prisión.
Otros candidatos
Aparte del Partido de los Trabajadores, que celebra su convención en Sao Paulo, otros dos candidatos fuertes se lanzaron al ruedo para los comicios del 7 de octubre: el exgobernador de Sao Paulo Geraldo Alckmin, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB, centro-derecha); y la ecologista Marina Silva, del partido Rede Sustentabilidade.
Alckmin, de 65 años, fue recibido en el Centro Internacional de Convenciones de Brasilia por un millar de personas al son de tambores y al grito "Brasil de frente, Geraldo presidente". Su candidatura fue aprobada por 288 de los 290 delegados. Entre los participantes en la convención figuraba el expresidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002).
Esta será la segunda tentativa de Alckmin de llegar al Palacio de Planalto, después de la de 2006, cuando fue derrotado en la segunda vuelta por Lula.
También en Brasilia, Rede Sustentatilidade lanzó la campaña de Marina Silva, que fue ministra de Medio Ambiente de Lula y quedó tercera colocada en las elecciones de 2010 y 2014. Marina Silva escogió como compañero de fórmula al exdiputado Eduardo Jorge, del Partido Verde, que compitió (obteniendo menos de 1% de los votos) en las presidenciales de 2014.
(Información de AFP)
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