La individualidad y el excesivo uso de la tecnología influyen en este problema, según terapeutas del Instituto Panamericano de Investigación para Relaciones Exitosas e Inteligentes (Inegi).
Ocho de cada diez personas en Latinoamérica tienen problemas de funcionalidad, ya sea en su vida cotidiana o en sus relaciones personales y laborales, debido a que no saben manejar sus emociones y habilidades para la vida.
Así lo dio a conocer la terapeuta Rita Jaime, presidenta del Instituto Panamericano de Investigación para las Relaciones Exitosas e Inteligentes (Ipirei) con sede en Ciudad de México, en una entrevista concedida a la agencia EFE.
"La depresión, ansiedad y angustia no son más que el resultado de un conflicto que las personas tienen consigo mismos y que no logran resolver", dijo.
La especialista explicó que actualmente las personas han modificado el desarrollo de sus habilidades para la vida debido a factores como la individualidad en la que se vive y el uso excesivo de la tecnología.
La tecnología influye
"El uso de la tecnología vino a poner en jaque la capacidad de las habilidades en los procesos mentales. Hoy los individuos viven en la superficialidad, tienen poca cohesión en sociedad, son poco responsables y eso ha llevado a un resquebrajamiento social y un conflicto en relación con el otro", indicó.
La especialista explicó que estar en contacto tanto tiempo con la tecnología ha incidido para que las personas actualmente pierdan conexiones neuronales que permitan la identificación con el otro, lo que evita que la gente tenga empatía y por ello se vean cada vez más casos de violencia extrema.
Además, explicó, estar en un mundo de individualismo ha llevado a que los problemas de depresión y ansiedad aumenten de manera considerable.
Depresión y ansiedad
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos 322 millones de personas en el mundo sufren depresión, un 18 % más que hace una década, y otros 264 millones padecen trastornos de ansiedad, más del 15 % respecto a hace diez años.
En tanto, el doctor Juan Trejo, director de Salud Mental del instituto, señaló que la falta de capacidad de las personas para socializar y manejar emociones como la frustración ha elevado el número de suicidios en grupos de edad cada vez menores.
"Tenemos que saber canalizar cada frustración desde la educación, pero los padres estamos evitando que los niños tengan el mínimo de conflictos con lo que cada vez somos menos tolerantes cuando tenemos un no (por respuesta)", aseveró.
Suicidios
Según datos de la Organización Mundial de Salud, más de 800.000 personas se suicidan cada año y esta es la segunda causa principal de defunción en el grupo de edad de 15 a 29 años.
En Latinoamérica, se estima, ocurren alrededor de 65.000 defunciones por suicidio anualmente, mientras que en México, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el promedio anual entre 2014 y 2016 fue de 6.377 casos.
Sin embargo, ambos especialistas coincidieron en que los problemas de salud mental han sido excluidos de las políticas públicas y estigmatizados por la sociedad.
"Son problemas difíciles de aceptar, porque la gente cree que la psicología y psiquiatría son solo para locos, pero estas disciplinas también nos ayudan a tener una mejor manera de enfrentar los problemas de la vida cotidiana.
(Información de EFE)
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