El presidente de México, Manuel López Obrador, dijo que la constitución de su país no permite la pena de muerte para Patrick Crusius, el atacante de El Paso y que analiza solicitar su extradición al tratarse de una masacre premeditada.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo este viernes que su gobierno no quiere que el autor del ataque en un supermercado de El Paso, Texas, que dejó 22 muertos, incluidos ocho mexicanos, sea condenado a la pena de muerte.
"Nuestra constitución no permite la pena de muerte, nosotros por convicción no queremos que haya pena de muerte", dijo López Obrador durante su habitual conferencia matutina.
El mandatario aseguró que la cancillería y fiscalía mexicanas buscan la forma de participar en el juicio de Patrick Crusius, un extremista blanco de 21 años que el 3 de agosto abrió fuego dentro de un Walmart frecuentado por hispanos en la ciudad estadounidense.
Crusius enfrenta la pena de muerte en Estados Unidos. El atacante, detenido en el lugar, ha dicho que su objetivo era matar al mayor número de mexicanos y el gobierno de López Obrador ha condenado el ataque como un "acto terrorista".
México ha anunciado que analiza la posibilidad de solicitar a Estados Unidos la extradición del atacante. "Por tratarse de un crimen como el que se llevó a cabo, con premeditación, con todos los agravantes, son muchos años de cárcel en México (...) más de 50 años", dijo López Obrador estimando que fuera juzgado en este país, donde tampoco hay cadena perpetua.
Terrorismo doméstico
En tanto, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, dijo citado en un comunicado que "lo sucedido en El Paso representa un punto de inflexión en la protección de las comunidades hispanas en Estados Unidos, ya que se trata de un atentado terrorista doméstico, sustentado en un discurso de xenofobia" contra las comunidades hispanas.
El texto fue emitido tras un encuentro privado encabezado este viernes por Ebrard con embajadores de España, Portugal y países latinoamericanos -denominado Iberoamérica y el Caribe contra la Xenofobia-, en el que discutieron el diseño de "una ruta común frente al supremacismo blanco y en defensa de la civilización hispano parlante".
México envió la semana pasada una nota diplomática a la embajada de Estados Unidos para rechazar "los discursos de odio" y el concepto de "supremacía blanca". Críticos del presidente estadounidense, Donald Trump, han denunciado que su retórica antinmigración atiza la violencia racial.
AFP
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