Rusia realizó un nuevo ataque contra territorio de Ucrania con misiles y drones, cuando las regiones fronterizas rusas sienten también la presencia de la guerra con explosiones diarias.
La guerra impacta ya de lleno en las regiones fronterizas de Rusia, donde los ataques ucranianos ya son diarios en Bélgorod y también afectaron hoy a otras dos provincias, mientras que Ucrania sufrió otro bombardeo ruso contra Dnipró, ciudad en la que misiles alcanzaron centros médicos causando al menos dos muertos.
Rusia lanzó 17 misiles de diferente tipo y 31 drones suicidas iraníes Shahed entre las 19.00 GMT y las 02.00 GMT sobre Kiev y hacia el este de Ucrania, atacando infraestructuras críticas e instalaciones de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Los sistemas de defensa antiaérea ucranianos derribaron 10 misiles de crucero y 25 drones, dos de ellos de reconocimiento, pero en las regiones de Járkov y Dnipropetrovsk hubo impactos de misiles antiaéreos S-300 y S-400 rusos, así como de drones.
Ataque ruso contra instalaciones médicas
En la ciudad de Dnipró, en el centro-este del país, fueron alcanzados un hospital que trataba enfermedades mentales, según el alcalde, Boris Filátov, y una clínica veterinaria.
Al menos dos personas fallecieron y otras 31 resultaron heridas, incluidos dos niños de tres y seis años, según indicó la Fiscalía regional, que añadió que además de las dos instalaciones médicas resultaron dañados nueve edificios de apartamentos, casas particulares y automóviles.
"Los terroristas rusos confirman una vez más su condición de luchadores contra todo lo humano y honesto", dijo hoy el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
"Debemos derrotar a estos inhumanos irrevocablemente y tan pronto como sea posible", enfatizó.
Filátov informó desde el lugar del ataque que se ha convocado un día de luto mañana en Dnipró por las víctimas.
El portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, teniente general Ígor Konashénkov, afirmó en su parte bélico diario que las fuerzas rusas atacaron "almacenes de municiones de las tropas ucranianas" y aseguró que "todos los objetivos asignados fueron golpeados".
La guerra en regiones fronterizas
Varios kilómetros más hacia el sur de Dnipró, los residentes de las regiones rusas de Krasnodar, próxima a la anexionada península ucraniana de Crimea, y de Rostov, que linda con las regiones de Lugansk y Donetsk, tuvieron también una noche intranquila.
De madrugada se escucharon explosiones provocadas por drones y misiles, supuestamente ucranianos.
"El sistema de defensa aérea se activó en el área de Morózovsk y derribó un misil ucraniano", escribió el gobernador de Rostov, Vasili Gólubev, en su canal de Telegram.
Según el canal ruso Baza, el misil fue derribado cerca del aeródromo militar de esa localidad.
Aproximadamente sobre la misma hora, se produjo otra explosión en la provincia de Krasnodar, cerca del estrecho de Kerch, tras lo cual medios rusos comenzaron a publicar videos que mostraban supuestamente un dron sobrevolando la ciudad homónima.
El alcalde de Krasnodar, Yevgueni Naúmov, explicó que no hubo víctimas, pero en el ataque resultaron dañados un edificio de oficinas y otro residencial, pero sin revelar aún la causa.
Su homólogo de la localidad de Kubán, Veniamin Kondrátiev, aseguró horas más tardes que la causa del "incidente" en el centro regional fue causada por "la caída de dos drones".
Donde los vecinos ya están más acostumbrados a escuchar explosiones es en Bélgorod, donde aún resuena la incursión el lunes de dos grupos de paramilitares rusos partidarios de Ucrania.
Bélgorod, la más castigada
El gobernador de la región, Viacheslav Gladkov, denunció hoy otro ataque masivo contra la provincia y recalcó que el distrito de Gráivoron, donde se produjo el lunes el asalto, ha estado bajo el fuego de las Fuerzas Armadas de Ucrania desde las 03.30 GMT.
En total, en las últimas 24 horas la región registró casi 200 disparos de artillería, fuego de mortero y ataques con drones cuyos explosivos impactaron en un puesto de control fronterizo, casas particulares, negocios y una casa de cultura.
En los bombardeos resultó herida una mujer, según el gobernador, quien ha creado siete batallones de defensa territorial con una fuerza total de 3.000 personas, pero tanto éstos como los guardias fronterizos y el servicio de seguridad ruso fueron incapaces de frenar el asalto de los saboteadores rusos el pasado lunes.
Blogueros militares de Rusia recalcan que el problema es la falta de decisiones desde Moscú sobre el estatus legal de estos batallones, lo que impide la entrega de armas necesarias a sus voluntarios.
El presidente ruso, Vladímir Putin, aún no se ha pronunciado sobre el asalto ni ha exigido responsabilidades a los funcionarios y altos cargos que fracasaron a la hora de impedir la incursión, algo que ha generado preocupación y críticas entre sus residentes y el gobernador.
Este viernes tenía previsto presidir un Consejo de Seguridad ordinario, en el que, según su portavoz, abordará seguramente la situación de seguridad en las regiones fronterizas.
(Con información de EFE)
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