El joven líder opositor exhibió este sábado su capacidad de convocatoria en las calles de Venezuela al atraer a decenas de miles de personas a la primera gran manifestación desde que anunció que asumía la presidencia interina del país el pasado 23 de enero.
El presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, aseguró que febrero será "determinante" para sacar del poder al mandatario Nicolás Maduro, quien a su vez amenazó con un adelanto de elecciones que renueven este año el Parlamento, liderado por el opositor.
"Cerramos enero con fuerza, un enero que nunca vamos a olvidar en este país, así como nos enfrentamos a un febrero que tiene que ser determinante", expresó afónico Guaidó ante un río de gente que desafió a Maduro en el 20 aniversario de gobierno chavista.
Desde la tarima frente a la sede de la Unión Europea en el este de Caracas, Guaidó aseguró que el 12 de febrero se hará una movilización en el Día de la Juventud, entre otras acciones que prepara.
Guaidó, autojuramentado el 23 de enero, convocó esta marcha para respaldar el ultimátum que dieron a Maduro Francia, España, Alemania, Reino Unido, Portugal y Holanda para que acepte "elecciones libres" o de lo contrario reconocerán al opositor.
Elecciones parlamentarias
En su primera aparición en seis meses en una plaza pública, en el centro de Caracas, Nicolás Maduro dijo, ante otra enorme manifestación, avalar una propuesta de la oficialista Asamblea Constituyente de adelantar de 2020 a este año las legislativas.
"Estoy de acuerdo y me resteo (me comprometo) con esa decisión (...) ¿Quieren adelanto de elecciones? ¡Vamos a elecciones!", expresó el presidente, quien reiteró que Estados Unidos usa a Guaidó de "títere" para asestarle un golpe de Estado.
Un anticipo de esos comicios apunta a despojar a la oposición del único poder que controla desde enero de 2016, tras su arrasador triunfo en las parlamentarias de 2015, origen del conflicto.
"La transición es inminente"
El inicio de las manifestaciones en todo el país fue agitado por un video difundido en redes sociales en el que el general Francisco Yánez, de la Aviación Militar, desconoció a Maduro, convirtiéndose en el militar activo de mayor rango que reconoce a Guaidó. "El 90% de la Fuerza Armada no está con el dictador, está con el pueblo", dijo Yánez, quien aseguró que la "transición a la democracia es inminente" y pidió a los militares no dar "la espalda al pueblo".
El asesor de Seguridad Nacional estadounidense, John Bolton, pidió a los uniformados seguir "el liderazgo del general Yánez".
La cuenta de Twitter de la Aviación Militar colgó la foto de Yánez tachada con la palabra "traidor". "Es un golpe duro para la FANB aunque (el oficial) no tenga comando", dijo a la AFP la experta en asuntos militares Rocío San Miguel.
Sin mencionarlo, Maduro dijo en su discurso que "la Fuerza Armada está cada vez más leal y más comprometida", bajo su mando.
Guaidó ofrece amnistía a los militares intentando quebrar el principal sostén del gobierno: la Fuerza Armada. "Estoy seguro que lo repetirán muchos militares muy pronto", aseguró el opositor, al referirse al general.
Este sábado, Maduro -respaldado por China y Rusia- anunció la incorporación de al menos 20.000 milicianos civiles a la Fuerza Armada para enfrentar lo que denunció como un "plan macabro" del mandatario estadounidense, Donald Trump. (AFP)
"No somos mendigos"
Guaidó, de 35 años, se autojuramentó luego de que el Congreso declarara a Maduro "usurpador" tras asumir el 10 de enero un segundo mandato que considera ilegítimo -al igual que parte de la comunidad internacional- por resultar de comicios "fraudulentos". En su discurso, aseguró que en los próximos días iniciará el acopio de la ayuda humanitaria en los vecinos Colombia y Brasil y en una isla del Caribe, y exigió a los militares dejarla entrar al país.
"No hemos sido ni seremos un país de mendigos (...) Hay unos que se sienten mendigos del imperialismo y venden a su patria por 20 millones de dólares", respondió Maduro, al referirse al monto que ofreció Washington a Guaidó en alimentos y medicinas.
Maduro rechaza la ayuda asegurando que da vía a una intervención militar, y dice tener apoyo popular porque, pese a la devastación económica, la revolución del fallecido líder socialista Hugo Chávez (1999-2013) vela por los pobres con programa sociales. El gobierno culpa de la debacle a las sanciones estadounidenses.
Los venezolanos sufren por la hiperinflación y escasez de comida y medicinas. La petrolera PDVSA está en default y su producción en caída libre, estrangulada ahora por sanciones de Estados Unidos, que embargan la compra de petróleo venezolano a partir del 28 de abril. (AFP)
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