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“La golpeaba mucho y la traumatizó”: La historia de Morella, la mujer que pasó 31 años secuestrada

A pesar de que los vecinos escucharon sus gritos, solo uno de ellos reportó la situación a las autoridades venezolanas.
A pesar de que los vecinos escucharon sus gritos, solo uno de ellos reportó la situación a las autoridades venezolanas. | Fuente: Flickr

Además de Morella, quien fue abusada sexualmente y amenazada de muerte, otras tres víctimas fueron secuestradas por Mathías Enrique Salazar Moure.

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Morella es una mujer de 49 años que estuvo secuestrada durante más de tres décadas, maltratada físicamente, violada y amenazada de muerte por Mathías Enrique Salazar Moure, un hombre que conoció cuando tenía 23 años, que la mantuvo encerrada en un apartamento del Conjunto Residencial Los Mangos, en Aragua, Venezuela

Luego de que Morella lograra escapar, se supo que junto a ella otras tres mujeres también se encontraban en cautiverio. Una de ellas era la esposa de “el gordo Mathías” y llevaba desaparecida 32 años. Todas eran maltratadas, mal alimentadas y vivían amenazadas de muerte.  

23 de diciembre de 1988

Morella tenía 17 años cuando comenzó su relación con su novio, Mathías Enrique Salazar, de 23. Un año después de iniciar su vínculo, este le propuso huir de la casa de su familia, debido a que esta no lo aceptaba porque había mostrado actitudes violentas.

El 23 de diciembre de 1988, ambos se encontraron en el terminal de Valencia (Carabobo), hasta donde llegó la joven luego de que Mathías le propusiera huir para “luchar por su amor”. Fue ese día que la llevó con engaños a un hotel del estado de Aragua y posteriormente a una vivienda en Los Mangos, en donde pasó 18 años encerrada. Finalmente, Mathías la llevó a un departamento ubicado en el piso 4 de la torre C del Conjunto Residencial Los Mangos, ubicado en la Avenida Constitución de Maracay. Ahí continuó su cautiverio.

El hombre no le permitía ver la luz del día, ni asomarse por la ventana; solo podía oír la radio y ver canales regionales en la televisión. Su captor, conocido por los vecinos como “el gordo Mathías”, no vivía en dicho lugar, y solo la visitaba para darle de comer siempre lo mismo: arroz, huevos o lentejas.

Cuando iba al departamento, Mathías abusaba sexualmente de ella, le propinaba brutales golpizas y, si se negaba a tener sexo con él, la dejaba sin comida o alimentos. Cuando los vecinos la escucharon gritar, el secuestrador aseguró que se trataba de la señora de limpieza. Según el sobrino de la víctima, Óscar Hernández, la mujer temía que Mathías la asesinara.

“La golpeaba mucho, la amenazaba y la traumatizó tanto que ella tenía miedo de levantarse. En dos oportunidades él dejó unas llaves, que no eran las del apartamento, y ella intentó abrir la puerta, pero él al regresar se dio cuenta y las golpizas fueron brutales. Ella ya tenía miedo de hacer cualquier cosa y que él la matara”, reveló a Crónica Uno.

24 de enero del 2020

Cuando Morella tenía 49 años encontró unas llaves en el departamento, cuando Mathías no estaba. Probó en la cerradura de la puerta y esta se abrió a diferencia de otras ocasiones, por lo que logró escapar. Caminó durante dos horas con un propósito: llegar al Instituto de la Mujer del estado Aragua. Había escuchado en la radio que ahí existía un programa de violencia contra la mujer.

Finalmente logró llegar y contó el calvario que vivió a la presidenta del instituto, Francys Toro, y a la secretaria sectorial de Equidad e Igualdad de Género, quienes no creyeron su historia. Una coordinadora de la institución, no obstante, la escuchó atentamente y la ayudó, llevándola su casa y remitiendo su caso al Ministerio Público.

Desde que Morella desapareció, su familia denunció el hecho ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas. A pesar de que los vecinos tenían conocimiento de que el “gordo Mathías” tenía a una mujer secuestrada, ninguno denunció. En las dos oportunidades que un vecino se contactó con la Policía, las amenazas de Mathías llevaron a la víctima a negar que se encontraba secuestrada.

Cuando Morella logró escapar, Mathías acudió a la fiscalía y denunció que habían secuestrado a su “esposa”. Al salir se topó con ella y la amenazó nuevamente, sin embargo, sus gritos alertaron a las autoridades y fue detenido. Con 56 años, se encuentra actualmente en la cárcel de Alayón, después que se dictara una orden de prisión preventiva en su contra.

Hoy el victimario de Morella enfrenta cargos por violencia sexual, esclavitud sexual, inducción al suicidio, secuestro y violencia psicológica, luego de practicarle, por orden de la fiscalía, varios exámenes a la víctima.

Más víctimas

Luego de que el caso de Morella se hiciera conocido en las redes sociales, los vecinos alertaron a las autoridades sobre el posible secuestro de otras mujeres. La primera de ellas era la esposa de Mathías y llevaba 32 años secuestrada en la casa de su madre, ubicada en el sector Las Mayas. Se presume que la madre de Mathías la custodiaba y le administraba sustancias.

La segunda víctima había pasado encerrada por 23 años, y era amenazada constantemente con un arma de fuego. Durante su encierro quedó embarazada, por lo que dio a luz a una niña que hoy tiene 20 años. Con ellas vivía Mathías en la torre B del mismo Conjunto Residencial, desde donde podía mantener a Morella vigilada en la torre del frente.  

La tercera víctima describió a Mathías, su padre, como un “hombre agresivo” que la llevaba y recogía del colegio y le prohibía salir de casa o tener amistades.

Pocahontas

Tras salir del encierro, Morella realizó una singular petición a su familia: quería ver la película de Disney, Pocahontas, estrenada en 1995, siete años después de su encierro. Actualmente es asistida por un equipo multidisciplinario de especialistas, pues presenta un cuadro de desnutrición. Además, psicólogos y psiquiatras la evalúan constantemente.

“Nos pide permiso para todo, para sentarse, para asomarse a la ventana. No puede dormir bien, aunque poco a poco ha ido logrando hacerlo mejor. Mi tía quiere rehacer su vida, poco a poco vamos a ayudarla”, contó su sobrino.

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