Madre imploraba a la Guardia Nacional Bolivariana que era una emergencia, pero al ser corridos, e intentaron cruzar por el río Táchira. Esta es su historia.
Durante más de una hora, el intenso sol caía sin piedad sobre un niño en silla de ruedas y su joven madre, en la frontera de Venezuela con Colombia. La madre suplicaba a la Guardia Nacional Bolivariana que los dejen pasar porque tenían hambre y necesitaban medicinas.
El puente Francisco Paula de Santander permanece cerrado desde el 23 de febrero por órdenes del régimen chavista y desde que suscitaron actos de violencia por colectivos armados leales a Nicolás Maduro que impidieron el ingreso de la ayuda humanitaria.
Mientras las cámaras de Noticias Caracol grababan este acontecimiento, los militares corrieron al menor detrás de un tráiler. No se sabe si finalmente logró cruzar a territorio colombiano, pero sí de las razones por las que huían de su país.
La madre con su hijo en sus espaldas se mandó por las trochas, ubicadas debajo del puente, en el río Táchira, y cuando fue abordada por el reportero relató que el niño tiene mucha fiebre y que fue amenazada.
“Tiene mucha fiebre. Sí ya ve que hago para poder comer, porque allá en Venezuela no tenemos comida y nos estamos muriendo de hambre, - ¿Que está pasando en Venezuela?- le repreguntó el periodista- Es que los colectivos nos quieren matar y Maduro dio la orden de que los guardias y los colectivos arremetieran contra nosotros”, respondió asustada.
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