Grupos ecologistas han pedido que se suspenda o retrase el concierto por miedo a que los decibelios de los australianos puedan poner en peligro las colonias de pájaros.
El concierto que la banda australiana AC/DC ofrecerá en mayo en Austria va a ser, literalmente, la bomba. Y es que a la estruendosa música de Angus Young y los suyos se suma la necesidad de limpiar de artefactos de la Segunda Guerra Mundial el solar donde se va a celebrar el recital.
Tal y como confirmaron hoy a Efe fuentes del Ayuntamiento de Wels, donde tendrá lugar el concierto, se han detectado indicios de la presencia de dos bombas de 250 kilos y de varias bombas de racimo sin detonar en el descampado que albergará el concierto.
La búsqueda se ordenó debido a las sospechas de que el lugar, ubicado junto al aeropuerto de esta ciudad, escondía restos de los bombardeos a los que la aviación aliada sometió a la Austria nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
"Hay indicios de que, probablemente, en dos puntos pueda encontrarse una bomba aérea de 250 kilos, a unos cuatro metros de profundidad", indicó Paul Zehetner, del gabinete de prensa municipal.
Ante la más que posible presencia de bombas, el Ayuntamiento ha indicado que se procederá a excavar las zonas donde se cree que están los artefactos, una operación que obligará a acordonar un área de 250 metros a la redonda e incluso a interrumpir brevemente el tráfico aéreo en el cercano aeródromo.
Si las bombas efectivamente están allí, el Ministerio del Interior austríaco asumirá las labores de desactivación.
En cualquier caso, que los acordes de "Back in Black" y "Highway to Hell" se dejarán oír en la noche del 22 de mayo parece confirmado, pues Zehetner aseguró a Efe que la fecha del concierto no se verá alterada.
Pero si los AC/DC parecen ser a prueba de bombas, puede que no lo sean a prueba de pájaros: grupos ecologistas han pedido que se suspenda o retrase el concierto por miedo a que los decibelios de los australianos puedan poner en peligro las colonias de pájaros que crían en la zona justo en esas fechas.
-EFE-
Tal y como confirmaron hoy a Efe fuentes del Ayuntamiento de Wels, donde tendrá lugar el concierto, se han detectado indicios de la presencia de dos bombas de 250 kilos y de varias bombas de racimo sin detonar en el descampado que albergará el concierto.
La búsqueda se ordenó debido a las sospechas de que el lugar, ubicado junto al aeropuerto de esta ciudad, escondía restos de los bombardeos a los que la aviación aliada sometió a la Austria nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
"Hay indicios de que, probablemente, en dos puntos pueda encontrarse una bomba aérea de 250 kilos, a unos cuatro metros de profundidad", indicó Paul Zehetner, del gabinete de prensa municipal.
Ante la más que posible presencia de bombas, el Ayuntamiento ha indicado que se procederá a excavar las zonas donde se cree que están los artefactos, una operación que obligará a acordonar un área de 250 metros a la redonda e incluso a interrumpir brevemente el tráfico aéreo en el cercano aeródromo.
Si las bombas efectivamente están allí, el Ministerio del Interior austríaco asumirá las labores de desactivación.
En cualquier caso, que los acordes de "Back in Black" y "Highway to Hell" se dejarán oír en la noche del 22 de mayo parece confirmado, pues Zehetner aseguró a Efe que la fecha del concierto no se verá alterada.
Pero si los AC/DC parecen ser a prueba de bombas, puede que no lo sean a prueba de pájaros: grupos ecologistas han pedido que se suspenda o retrase el concierto por miedo a que los decibelios de los australianos puedan poner en peligro las colonias de pájaros que crían en la zona justo en esas fechas.
-EFE-
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