Alice in Chains remeció Lima con brutal grunge noventero

La expectativa era grande entre los cientos de fanáticos que aguardaban por la primera vez de Alice in Chains en Perú. Una banda fundamental para el grunge descargaría toda su fuerza y la irremediable ausencia de su vocalista original Layne Staley no menguaba el interés.

Se sabía ya que AIC había regresado de la muerte por todo lo alto, recibiendo buenas críticas de sus dos último discos post Layne: “Black Gives Way to Blue” y “The Devil Put Dinosaurs Here”. El bajista fundador Mike Starr también dejó este mundo pero la música y su aporte quedaba para todos los presentes.

Los peruanos de “Contracorriente” abrieron el show y lo hicieron con solvencia. Un sonido potente iba remeciendo las almas y el recinto que más parecía un pequeño cuarto oscuro. Una pequeña sección del Parque de la Exposición había sido cercada y nada quedaba a más de 50 metros.

La cita comenzó a la hora, 9 de la noche. Iban saliendo al escenario William DuVall (voz), Jerry Cantrel (guitarra), Sean Kinney (batería) y Mike Inez (bajo). El público gritaba a más no poder, la espera de alrededor de 18 años había terminado.

La maquinaria pesada de la banda rompió fuegos con “Them bones”, de primera, uno de los temas más esperados, el sonido era demoledor. La voz de DuVall, aunque parecida en registro a la de Staley, no buscaba imitarlo. De tal manera que los más fanáticos supieron entender la realidad y disfrutar.

El bajo de Inez hacía temblar el lugar, realmente brutal la sensación que los asistentes agradecían moviendo las cabezas de arriba abajo. Así llegó el segundo tema de la noche “Dam that river”.

De sus inicios llegaron hasta el último trabajo con la canción “Hollow”, al igual que las primeras, temas muy fuertes y con un dúo vocal DuVall Cantrell en excelente combinación.

“Check my brain” fue también una de las más celebradas al igual que “Again”. La guitarra de Cantrel, los solos y su presencia sobre el escenario lo eran todo. Quizá el miembro fundamental de Alice.

“Es bueno estar aquí por primera vez. Arriba Perú” dijo DuVall y la gente explotó en aplausos, gritos y alegría. El concierto recién comenzaba.

La banda prefirió tocar lo mejor de su carrera, y por ello llegaron las más conocidas, las que seguro hasta tu mamá escuchó con temor: “Angry chair”, “Man in the box” y “We die Young”.

En el parche de la batería de Kinney se podía leer las iniciales LSMS, era el homenaje permanente a Staley y Starr. Para más respetos DuVall, guitarra acústica en mano y Cantrell interpretaron la triste “Nutshell”, un momento bastante emotivo.

Para superar la nostalgia más temas power: la comercial “No excuses”, por supuesto la más cantada. También “Stone” y “It Ain"t Like That”. Las botellas de agua y los vasos de cerveza volaban por los aires. Sin duda tremendos temas de la discografía de AIC.

En el tramo final del show un “encore” de tres temas supremos: “Down in a hole”, “Would?” y para cerrar “Rooster”. Temas que acentuaron la locura y provocaron que todos los asistentes saltaran y cantaran a voz en cuello.

Cantrell, chullo en la cabeza, agradeció al público peruano por su respuesta y su entrega, también acomodó la blanca y roja a un lado del escenario.

La banda prometió regresar y les creemos porque aún Alice tiene mucho camino por recorrer. Su pasado es increíble y hay madera para forjar un buen futuro.

DuVall da la talla en voz, Inez pone lo mejor en el bajo, Cantrell conduce a la banda y Kinney toca con toda la rabia y la frustración del grunge. Una hora y media de show que dejó a todos muy contentos y afónicos.   

Escribe Galo Castillo.