Inmendiatamente el vocalista amenazo con dar por concluido el concierto, pero los ánimos se calmaron y continuó con el show, que comenzó con tres horas de retraso.
La banda estadounidense de rock Guns N" Roses fue duramente criticada tras su primer concierto en Brasil, que finalizó en la madrugada después de más de tres horas de atraso y con una agresión por parte del público al vocalista Axl Rose.
El concierto, previsto para antes de la medianoche del sábado en el Parque Antártica de Sao Paulo ante 38 mil espectadores, se atrasó durante tres horas, lo que provocó el malestar del público.
La apertura del concierto estuvo a cargo del estadounidense Sebastián Bach, ex vocalista de Skid Row y amigo personal de Rose, quien fue aplaudido durante su presentación.
Tras los abucheos por el atraso, un Rose con unos kilos de más y al frente de una nueva formación de la banda subió al escenario para tratar de calmar los ánimos.
Sin embargo, en la primera canción, "Chinese democracy", que da nombre al álbum de reaparición de la banda después de un período de trece años sin nuevas producciones, Rose fue agredido con una botella plástica de agua.
"Aparezca, cobarde, ¿usted quiere ser el responsable por el fin del show? Para mí no es problema irme ahora", amenazó, airado, el cantante tras la agresión.
Después de un corto lapso de silencio, seguido de aclamaciones para su ídolo por parte del público, Rose decidió volver a comenzar la interpretación de la canción, no sin antes responder por la ausencia de la banda para un concierto privado en una discoteca paulista el jueves y que terminó con desmanes en el lugar.
"No necesitamos de más maricas como los de aquel club de la noche pasada", sentenció el vocalista. Los medios especializados destacaron el legado de la gloriosa banda de los años ochenta y noventa, pero coincidieron en afirmar que la agrupación y su líder viven ahora momentos de "decadencia", como apuntó el sitio Música IG.
Para el portal de las revistas Abril, el "carisma" todavía vigente de Rose, a pesar de los evidentes efectos de sonido para conseguir los tonos agudos de su inconfundible voz y de las retiradas al fondo del escenario para tomar aire, salvó el atropellado concierto.
El cambio de vestuario y "el saber dominar a una multitud" hacen todavía del vocalista un ídolo para el público, destacó Abril.
Ninguna de las canciones del nuevo álbum, lanzado en 2008, emocionó al público, que solo fue al delirio cuando la banda interpretó los éxitos añejos como "Welcome to the jungle", "You could be mine", "November rain" y "Knocking on heaven"s door".
Después de despedirse, la banda, a clamor del público, regresó e interpretó cinco canciones más, entre ellas su famosa "Paradise city", con la que cerró la presentación.
En su gira brasileña, la banda se presentará hoy en la Plaza da Apoteose, en Río de Janeiro, y el martes en el estacionamiento de la Federación de Industrias del Estado de Río Grande do Sul (FIERGS) de Porto Alegre.
EFE
El concierto, previsto para antes de la medianoche del sábado en el Parque Antártica de Sao Paulo ante 38 mil espectadores, se atrasó durante tres horas, lo que provocó el malestar del público.
La apertura del concierto estuvo a cargo del estadounidense Sebastián Bach, ex vocalista de Skid Row y amigo personal de Rose, quien fue aplaudido durante su presentación.
Tras los abucheos por el atraso, un Rose con unos kilos de más y al frente de una nueva formación de la banda subió al escenario para tratar de calmar los ánimos.
Sin embargo, en la primera canción, "Chinese democracy", que da nombre al álbum de reaparición de la banda después de un período de trece años sin nuevas producciones, Rose fue agredido con una botella plástica de agua.
"Aparezca, cobarde, ¿usted quiere ser el responsable por el fin del show? Para mí no es problema irme ahora", amenazó, airado, el cantante tras la agresión.
Después de un corto lapso de silencio, seguido de aclamaciones para su ídolo por parte del público, Rose decidió volver a comenzar la interpretación de la canción, no sin antes responder por la ausencia de la banda para un concierto privado en una discoteca paulista el jueves y que terminó con desmanes en el lugar.
"No necesitamos de más maricas como los de aquel club de la noche pasada", sentenció el vocalista. Los medios especializados destacaron el legado de la gloriosa banda de los años ochenta y noventa, pero coincidieron en afirmar que la agrupación y su líder viven ahora momentos de "decadencia", como apuntó el sitio Música IG.
Para el portal de las revistas Abril, el "carisma" todavía vigente de Rose, a pesar de los evidentes efectos de sonido para conseguir los tonos agudos de su inconfundible voz y de las retiradas al fondo del escenario para tomar aire, salvó el atropellado concierto.
El cambio de vestuario y "el saber dominar a una multitud" hacen todavía del vocalista un ídolo para el público, destacó Abril.
Ninguna de las canciones del nuevo álbum, lanzado en 2008, emocionó al público, que solo fue al delirio cuando la banda interpretó los éxitos añejos como "Welcome to the jungle", "You could be mine", "November rain" y "Knocking on heaven"s door".
Después de despedirse, la banda, a clamor del público, regresó e interpretó cinco canciones más, entre ellas su famosa "Paradise city", con la que cerró la presentación.
En su gira brasileña, la banda se presentará hoy en la Plaza da Apoteose, en Río de Janeiro, y el martes en el estacionamiento de la Federación de Industrias del Estado de Río Grande do Sul (FIERGS) de Porto Alegre.
EFE
Comparte esta noticia