Cantautor brasileño cantó durante dos horas y ofreció un repertorio de lujo que fue celebrado por la prensa gaucha
Una nueva visita del gran cantante y compositor Caetano
Veloso al Gran Rex de Buenos Aires, Argentina, resultó ser un concierto de
antología, donde su nueva banda fue capaz de unir potencia y energía con un
repertorio único y monumental.
Según la prensa argentina, a los 68, Caetano se encuentra sin duda en un excelente momento. Casi medio siglo de la historia contemporánea, cruzado por la globalización y la miseria, la alegría tercermundista, los sueños rotos, la industria cultural, la decadencia de los grandes conglomerados urbanos y las vanguardias estéticas, todo se junto en poco más de dos horas sobre el escenario del Gran Rex.
Claro que tanta potencia conceptual no serviría de demasiado si no fuese porque estuvo asentada en veintitrés canciones tan bellas como contundentes.
El sonido descarnado que muestra, en la actuación en vivo, el trío que conforman el guitarrista Pedro Sá, el bajista Ricardo Dias Gomes y el baterista Marcelo Callado, está sin duda en las antípodas del acústico y pulcrísimo del arreglador anterior, el violonchelista Jaques Morelenbaum, pero también a gran distancia de esa modosa combinación de rock y samba que se escucha en el disco Zii e Zie, donde la distorsión, explícita en la fotografía del booklet que lo acompaña, es todavía muy tímida musicalmente.
Sin embargo, ese sonido eléctrico, crudo y distorsionado es el mejor contrapunto para la sofisticación de Caetano Veloso.
El show recorrió, sin paradas ni más accidentes que algún feo acople, una veintena de temas durante dos horas.
Entre presentaciones y visitaciones ilustradas con potentes imágenes cuyos colores se condensaban y magnificaban desde la liviana tela del ala delta, Caetano cantó, caminó y bailó su autobiografía sin nostalgia en un concierto para el recuerdo.
Como se sabe, el célebre cantautor brasileño presentará lo mejor de su fabuloso arte este lunes 15 de marzo en el Auditorio del Colegio San Agustín. Las entradas para este gran concierto siguen a la venta en Teleticket de Wong y Metro.
Según la prensa argentina, a los 68, Caetano se encuentra sin duda en un excelente momento. Casi medio siglo de la historia contemporánea, cruzado por la globalización y la miseria, la alegría tercermundista, los sueños rotos, la industria cultural, la decadencia de los grandes conglomerados urbanos y las vanguardias estéticas, todo se junto en poco más de dos horas sobre el escenario del Gran Rex.
Claro que tanta potencia conceptual no serviría de demasiado si no fuese porque estuvo asentada en veintitrés canciones tan bellas como contundentes.
El sonido descarnado que muestra, en la actuación en vivo, el trío que conforman el guitarrista Pedro Sá, el bajista Ricardo Dias Gomes y el baterista Marcelo Callado, está sin duda en las antípodas del acústico y pulcrísimo del arreglador anterior, el violonchelista Jaques Morelenbaum, pero también a gran distancia de esa modosa combinación de rock y samba que se escucha en el disco Zii e Zie, donde la distorsión, explícita en la fotografía del booklet que lo acompaña, es todavía muy tímida musicalmente.
Sin embargo, ese sonido eléctrico, crudo y distorsionado es el mejor contrapunto para la sofisticación de Caetano Veloso.
El show recorrió, sin paradas ni más accidentes que algún feo acople, una veintena de temas durante dos horas.
Entre presentaciones y visitaciones ilustradas con potentes imágenes cuyos colores se condensaban y magnificaban desde la liviana tela del ala delta, Caetano cantó, caminó y bailó su autobiografía sin nostalgia en un concierto para el recuerdo.
Como se sabe, el célebre cantautor brasileño presentará lo mejor de su fabuloso arte este lunes 15 de marzo en el Auditorio del Colegio San Agustín. Las entradas para este gran concierto siguen a la venta en Teleticket de Wong y Metro.
Comparte esta noticia