El famoso barítono está de acuerdo con la condena de las integrantes del grupo punk por lanzar insultos políticos en un altar.
El barítono ruso Dmitri Hvorostovsky dijo que sus compatriotas del grupo Pussy Riot, condenadas a dos años de prisión por lanzar insultos políticos en un altar, sí tenían que recibir un castigo, ya que ofendieron a mucha gente.
"Creo que fue una forma muy barata de (hacer) relaciones públicas y un insulto a la gente que cree en Dios. Bailar y cantar y comportarse de este modo en un altar, donde la gente reza (...), por supuesto que tienen que ser castigadas", dijo el músico.
Un tribunal ruso condenó el viernes pasado a tres integrantes del grupo punk Pussy Riot por "gamberrismo motivado por odio religioso", tras cantar en febrero en una catedral ortodoxa contra el presidente Vladímir Putin.
La decisión recibió numerosas críticas de algunos países, organismos internacionales, grupos de defensa de los derechos humanos, así como de personalidades del mundo de la música, para quienes la condena es "desproporcionada" y debería ser revisada.
"Sé que muchos artistas pop como Björk, Madonna o Paul McCartney han protestado y lo entiendo. Todo puede ser interpretado en el ámbito político hoy en día porque es muy fácil mezclar las cosas", dijo el músico, quien animó a la gente a "ver el otro lado de la situación".
En su opinión, el asunto se ha inflado mucho y se ha convertido en algo político, cuando ellas no tienen nada que ver con la clase gobernante del país.
Pese a que cree que las jóvenes sí tenían que ser castigadas porque lo que cometieron fue "un acto de vandalismo", también opina que la condena quizás sea demasiado, ya que "dos años son mucho tiempo".
El músico hizo estas declaraciones en Ciudad de México, en donde el próximo miércoles 22 se presentará en el Palacio de Bellas Artes de la capital, junto al pianista estonio Ivari Ilja.
Con todas las entradas agotadas, el prestigioso barítono ruso, ganador del concurso BBC Cardiff Singer en 1989, ofrecerá un recital con piezas de Rajmaninov y Liszt, Rossini, Wagner, Borodin, Rubinstein y Verdi, su compositor favorito.
Clásicos de varios países del mundo, como parte de su visión de la música como algo internacional que "no debería tener límites".
"Así es como los artistas deben ser, no tener fronteras ni límites", aseguró Hvorostovsky, quien contó que habla diferentes idiomas, vive en Londres, aunque pasa el tiempo viajando entre Europa y Estados Unidos.
El ruso se presenta así en México tras siete años de ausencia, después de haber actuado en los más prestigiosos escenarios como la Scala de Milán o el Liceu de Barcelona y de haber estado acompañado por las orquestas destacadas del mundo como la filarmónica de Nueva York.
EFE
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