La banda norteamericana volvió a subirse a un escenario parisino a menos de un mes de los atentados terroristas.
Tres semanas después de los atentados yihadistas que costaron la vida a 130 personas en París y la periférica Saint Denis, el grupo californiano Eagles of Death Metal, que tocó en la sala Bataclan la noche de los ataques, volvió a la capital con una actuación especial junto a U2.
La revista especializada estadounidense Billboard había anunciado este fin de semana que los estadounidenses iban a ser los invitados especiales de U2, pero la organización había mantenido la incógnita hasta el último momento.
Eagles of Death Metal tocaron anoche junto a los irlandeses en el AccorHotels Arena "People have the power", de Patti Smith, y posteriormente Bono les cedió el escenario para que ofrecieran uno de sus propios títulos.
"Gracias, París, ¡Te queremos! Y gracias U2 por darnos esta oportunidad", dijo el cantante, Jesse Hughes, vestido de blanco inmaculado.
En uno de los momentos del concierto, y mientras U2 entonó parte de "Ne me quitte pas", de Jacques Brel, se proyectaron los nombres de las víctimas mortales.
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