Los restos de la ´primera guitarra del Perú´ son trasladados hasta el cementerio Baquíjano del Callao.
En medio de múltiples aplausos y voces que vivan su nombre, el féretro del connotado guitarrista criollo Oscar Avilés abandonó el Museo de la Nación donde estaba siendo velado, y se traslada hacia la Plaza Manco Cápac, en el distrito de La Victoria, donde recibirá un homenaje póstumo del municipio distrital.
Cubierto con la bandera nacional y con una bandera de la Hermandad del Señor de los Milagros, el ataúd salió en hombros del Salón Nazca y fue colocado en la carroza fúnebre que lo llevó rumbo a la citada plaza.
En todo momento, la multitud que fue al velatorio para darle el último adiós coreó el nombre de Oscar Avilés y entonó entre lágrimas algunas de las canciones que inmortalizó con los acordes de su inseparable guitarra, como "Contigo Perú".
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