´Recuerdos que no voy a olvidar´, ´A rodar mi vida´, ´Mariposa Technicolor´, entre otros temas fueron interpretados por el argentino en una noche que muy pocos podrán olvidar.
Un piano y dos mil corazones latiendo a la vez fueron suficientes para que el ícono del rock argentino, Fito Páez, enamore Lima con su potente voz.
La noche se inició con el tema ‘Y dale alegría a mi corazón’ y sí que se las dio, pues el público no dejó de cantar a viva voz cada uno de sus temas, hasta que llegó el turno de ‘El amor después del amor’.
En un ambiente cien por ciento íntimo y en medio de la penumbra, aunque iluminado por un foco que lo hacía parecer una divinidad, el cantautor siguió regalando aquellas canciones de toda la vida y las pertenecientes a su más reciente producción titulada ‘Confía’.
En el Centro de Convenciones Scencia de La Molina no cabía ni un alfiler más y en cada rincón se vivía una emoción inigualable, pues Páez se propuso entregarse a sus seguidores y así lo hizo.
A mitad de concierto, el músico pidió silencio absoluto y les regaló a sus fanáticos un solo de piano como únicamente él lo sabe hacer, para luego interpretar el tema ‘Te vi’ y cual director de orquesta, empezó a guiarlos para que entonen la canción.
‘Recuerdos que no voy a olvidar’, ‘Al lado del camino’, ‘Ciudad de pobres corazones’, ‘A rodar mi vida’, fueron parte del repertorio del argentino, quien tras interpretar este último tema, se paró, saludó a su público y se retiró del escenario.
Sin embargo, sus seguidores empezaron a ovacionar su nombre, y tal como lo hizo en su última visita en el 2008, retornó a su piano, esta vez vestido con una chaqueta amarilla y polo morado, para volver a pedir silencio y regalar uno de los mejores momentos de la noche.
Iluminado con una potente luz roja, se paró en el centro del escenario y entonó un tema a capela y sin micrófono, dejando a más de uno totalmente anonadado. ‘Y yo vengo a ofrecer mi corazón’ fue el tema elegido.
‘Dar es dar’ no podía faltar para luego dar paso al final, que llegaría de la mano de un escenario con diversas tonalidades y el tema ‘Mariposa Technicolor’ y un sonoro “gracias Lima”.
Y así se despidió, ovacionado, lleno de aplausos y con un ramo de rosas rojas en la mano, regalo de una de sus fanáticas y como agradecimiento por una noche que muy pocos podrán olvidar.
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