La banda de Seattle puso a saltar a cerca de 30 mil personas en el estadio de la Universidad de San Marcos con un show que se prolongó por más de dos horas y media.
El sueño de muchos fans peruanos se hizo realidad: la inconfundible voz de Eddie Vedder; la música furiosa pero también íntima de Jeff Ament en el bajo, Stone Gossart y Mike McCready en las guitarras; y la batería palpitante de Matt Cameron, hicieron que miles de peruanos dejaran los casetes, cds y mp3s atrás para verlos aparecer, finalmente, y a pocos metros, en el formato carne y hueso que faltaba.
La genial banda de punk californiana X, fue la telonera y cumplió con la tarea de poner en movimiento y calentar al público; pero para su último tema de la noche los acompañó Eddie Vedder y eso fue suficiente para levantar aún más los niveles de adrenalina de la gente.
El reloj marcaba las 9 y 17 de la noche cuando finalmente los miembros de Pearl Jam saltaron al ruedo. El encuentro de la banda con el público peruano tomaba forma, para comenzar con "Interstellar Overdrive" de Pink Floyd y "Corduroy", dos temas que presentados como uno solo causaron el primer remezón de la jornada.
Luego los saltos en la discografía de una trayectoria de largos veinte años: el ruido germinal del album "Ten" se dejó sentir fuerte con "Why go"; de inmediato "Hail, Hail" del "No Code" y, para rematar "Do The Evolution".
Hasta aquí la respuesta del público fue total, comenzó a escucharse de todas partes el clásico "Olé, olé, olé"; la respuesta de la banda fue un cariñoso saludo y una advertencia de lo que puede hacer la fiesta desmedida, "Hola Lima, Perú, los hemos querido conocer por mucho tiempo. Les pedimos que se cuiden los unos a los otros, eso es lo más importante". Y así fue, felizmente.
Ahora llegamos a los años dos mil con "Severed Hand" y regresamos a los noventas con "Immortality" y "Elderly Woman Behind The Counter In A Small Town", verdaderos himnos cantados con igual fervor. "The Fixer", del último trabajo, puso un poco de movimiento a esta sección algo "tranqui".
El segundo gran sacudón de la noche fue con "Even Flow", otro tremendo tema del álbum Ten; en ese momento, un gigantesco "pogo" comenzó a formarse y había que ponerse a buen recaudo. Vedder y compañía bajaron los decibeles con "Setting Forth" (tema solista de Vedder), "Not For You" de su tercer álbum Vitalogy, y la supercorta pero fuerte "Lukin".
La calma y la alegría continuaron con los temas "Amongst The Waves", el dos en uno "Better man/Save it for Later" y "Black"; y para finalizar la primera parte del show llegó la afiebrada "Go".
Primer break. La hora se pasó volando.
La banda regresó con dos temas del último disco "Backspacer": The End y Just Breathe, esta última dedicada a una pareja de la producción de Pearl Jam que se sentó al lado de Vedder mientras tocaba la guitarra. Un momento realmente conmovedor, y podríamos asegura que más de uno en el estadio pensó en casarse de inmediato.
Más momentos entrañables llegaron con "Daughter" del segundo álbum Vs, y otra vez el Backspacer con "Unthought Known". Después, la banda sorprendió con una inédita, nuevecita, de hace dos meses: Olé.
Saltamos nuevamente a los inicios con "Blood". Hasta que llegó la tercera explosión de la noche con "Jeremy", para luego dar pase a la no menos conocida Porch, ambos temas del disco Ten.
Segundo Break, segunda hora del encuentro Perú-Pearl Jam.
En la recta final, Eddie Vedder contó en su español también grunge, que tuvo un sueño: vio una gran bandera, mucha gente en la calle reunida, y cuando abrió los ojos, se dio cuenta que no estaba soñando; éramos los cerca de 30 mil fanáticos que estábamos ahí.
El sueño, en efecto, se hizo realidad, por ello y como entrega definitiva desfilaron las imperdibles Given To Fly, Last kiss cover de Los Doltons (perdón de Wayne Cochran); The Real Me, la inmensa Alive; y junto a los X: Rockin" In The Free World. El broche de oro: Indifference y Yellow Ledbetter.
Por: Galo Castillo
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